¿Tu casa te aburre un poco, pero ahora no es momento de gastar en renovar el interior? A veces no es necesario cambiarlo todo para verlo con otros ojos. Te proponemos 10 pequeños trucos de decoración DIY para que tú mismo, sin gastos, cambies pequeños detalles que le den un poco de aire nuevo.
Estos trucos para decorar están dirigidos hacia el reciclaje y las manualidades, de modo que no necesitas hacer ningún gran gasto, con unos pequeños materiales muy sencillos que es posible que ya tengas por casa bastará. Veamos cuáles son:
Esa caída de cortina que te quita luz y encima te aburre, recógela con un cinturón viejo de piel. Mide lo que necesitas y córtalo, dejando la hebilla y la punta a la vista para que se cierren en la parte frontal de la cortina. Los extremos cortados puedes unirlos a la pared con clavos, o si se te da bien la aguja, coserlos entre sí. El efecto es genial.
Ese mueble de línea anticuada del que no puedes desprenderte porque está atiborrado de cosas y lo necesitas, puedes renovarlo con un poco de pintura y unas chinchetas a juego. Si escoges el gris te servirán las plateadas, las más económicas. Se trata de pintarlo y cuando esté seco, dibujar en él un motivo de tu gusto con algo borrable o que vayas a cubrir con las chinchetas. Una vez el dibujo terminado, procede a clavar las chinchetas en las líneas, y voilà! Un mueble nuevo con personalidad.
En tu habitación tienes un par de almohadones lisos, ¡qué aburridos! Puedes animarlos con aplicaciones de fieltro, no necesitas mucho, si tienes un retal busca un motivo que quepa en él, haz un patrón de papel, córtalo y pégalo o cóselo. En la foto te proponemos un bigote y unos labios, fácil y divertido.
En la pared del cuarto de la plancha tienes un solitario colgador que te da grima cada vez que lo ves. Con un taco de madera y un trocito de tela lo dejas de lujo. Forra la madera con la tela directamente, con cola o si tienes una grapadora de tapizar, con grapas. Fíjalo a la pared con un taco y un tornillo, y coloca ahora en la madera el colgador con dos tornillos más, tapando la cabeza del tornillo anterior. Perfecto. ¿A que ya no es lo mismo?.
Sobre la mesa del comedor de tu piso de Barcelona, hace tiempo que pusiste un cuenco de cristal a modo de frutero que no te gusta nada. Si tienes un rollo de cuerda y una pistola de cola caliente, renovado en un plis plas. En la foto puedes ver el paso a paso.
Las bonitas macetas del office sucumbieron a las ansias futbolísticas de tus hijos. ¿Las echas de menos? ¿Tienes unas vendas en un rincón del botiquín? ¿Y un par de bricks de zumo o leche vacíos? Pues ya tienes macetas: recorta la parte superior y fórralas con las vendas. Llénalas de tierra y pon un plantita. Para que no se vea el borde del brick, cubre la superficie con musgo seco del belén del año pasado, o con unas piedrecitas. Éxito asegurado.
¿Tienes un salón decorado en blanco y negro, y el pomo dorado de la puerta te fastidia? Desmóntalo y píntalo en un sitio bien ventilado con un spray pequeño de pintura para metal. Verás qué cambio con tan poco.
Esa silla vieja de fórmica te deprime, no pega en ningún sitio. Con la técnica del decoupage, a base de cola blanca y unos trozos de papel de regalo, puedes restaurarla dándole un cambio tan impresionante que olvidarás cómo era. El problema es que ahora te gustará en todas partes, pero seguro que tus hijos se la piden, y ellos siempre ganan.
Tanto si a tu baño es desangelado, con poco color, o simplemente si te hace falta algo donde poner las toallas, todo se reduce a guardar las próximas latas de conserva, fíjate en el paso a paso de la foto. Martillea los bordes si es necesario para que no corten, y una vez quitado el papel, las pintas y otra vez con cola blanca hay que hacer decoupage. Para esto te vendrán bien servilletas estampadas de papel, recortas el motivo y lo pegas sobre la lata. Para el borde se pega un poco de cinta de pasamanería o washi tape, aún más económico. Ahora fija las latas a la pared directamente, o sobre un tablero pintado a juego, y llénalas con toallas de colores. Una pasada.
Y para terminar, un detallito: ese juego de vasos que se ha ido rompiendo y sólo quedan un par o tres, puedes reconvertirlo en jarrones con un poquito de cola blanca y purpurina. Pincélalos con la cola, y hazlos rodar sobre la purpurina, luego los sacudes, y listo! Ahora a conseguir unas flores, y dejar ese rinconcito sobre el tocador precioso.
En tu piso de Rubí, ¿por cuál de los 10 piensas empezar?
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