Cuando una vivienda se pone a la venta, y va a recibir visitas de potenciales compradores, hay cosas que deben desaparecer de su interior, literalmente. Mucho te hemos hablado en las noticias inmobiliarias de Api.cat de la necesidad de despersonalizar tu casa si la quieres vender. Hoy le añadimos un poco de humor con 5 ejemplos de cosas que no debes enseñar nunca cuando quieres vender tu casa, que aunque parezcan extremos, son reales.
Todos tus medicamentos
Hay personas que, ya sea por necesidad o por acumulación, tienen en casa armarios llenos de potingues y medicamentos. Media farmacia, vaya. Y puede suceder que el pobre API, abra el armario delante de una visita y se desvele, de repente, el historial médico del propietario/a de la casa. Eso es lo mínimo que pensará el visitante, que puede tener tentaciones de elucubrar otras hipótesis como que el propietario sufre una especie de síndrome de Diógenes o que está totalmente depresivo o desequilibrado. Ninguna de las opciones favorece la compra, ¡quítalos!
Ceniceros, sucios o no
Una casa en venta que recibe vistas debe estar impoluta, y eso es una ley inquebrantable para los API. Porque a nadie le gustaría comprarse un piso que está sucio y que parece que sus propietarios no han cuidado. Por eso, no debe haber ni rastro de tabaco o ceniceros sucios. De hecho, mejor que no los haya, ni siquiera limpios, pues el visitante quizás está muy sensibilizado con los temas de salud y odia el tabaco, lo que le dará una mala impresión.
Nada de ideología política
Tal y como están las cosas en España y el mundo entero, muchas personas optan por no hablar de política con personas que no conocen o que saben que no sabrán opinar desde el respeto, porque es un tema muy sensible que puede generar conflictos. Pues lo mismo que uno previene esto en la calle o en el trabajo, debe hacerlo en su vivienda que está a la venta. Nada de posters, símbolos o consignas políticas, por modernas o antiguas que sean, ya que no sabes qué ideología tiene la persona que quizás quiera comprar tu casa.
Taxidermia, tauromaquia o colecciones raras
Imagínate visitar una casa y que en una de las habitaciones haya expuesta una colección de muñecas de porcelana, que parecen extraídas de una peli de terror… O peor, una cabeza de ciervo disecada encima de la chimenea ¿Verdad que te daría ‘mal rollito’? Pues como propietario que quiere vender, mejor evitarlo. Da igual que se trate de una colección de coches en miniatura o de sellos y evidentemente, la caza de animales o la tauromaquia es una cuestión extremadamente sensible. Son cosas que forman parte de tu intimidad y no hace falta que las vean los visitantes.
Tú mismo/a
Mejor no estés presente durante las visitas, que para eso están los API, para encargarse de ellas con la profesionalidad que les caracteriza. Tenerte pululando por la casa, analizando inquisitivamente al posible comprador e interrumpiendo al agente inmobiliario, no es una ventaja. Déjale trabajar, sigue con tus quehaceres y al acabar la visita, tu API te informará de todo.