En el mercado actual y en todos los sectores, la especialización es lo que triunfa. Cuanto más especialista seas en algo en concreto, menos competencia tendrás. Podríamos discutir largo y tendido sobre las ventajas e inconvenientes de ser tan expertos en unas cosas y tan ignorantes en otras, y sobre la pérdida de un conocimiento holístico, pero no es el tema de este post. Hoy en api.cat hablaremos de los nuevos perfiles de agente inmobiliario que nos llegan desde Estados Unidos y que están cambiando las formas de gestión inmobiliaria.
Con la saturación del mercado y tantas agencias inmobiliarias ofreciendo lo mismo, ya no cabe tanto preguntarse como ser agente inmobiliario si no qué tipo de agente inmobiliario quiero ser: ¿del comprador o del vendedor? o lo que es lo mismo: ¿Qué intereses quiero defender, los del cliente que busca una vivienda para comprar o los del que la quiere vender? Objetivos distintos, implican estrategias distintas y aquí es donde entra en juego el personal shopper.
La figura del Personal Shopper inmobiliario, o el agente exclusivo del comprador, nos llega de Estados Unidos y Canadá, países donde esta figura ya está muy consolidada y de la cual existen incluso TV Shows como ‘Tu casa a jucio’ o ‘La casa de mis sueños’ donde agentes personales tienen la misión de encontrar la vivienda ideal para sus clientes. Buscan por la red, se patean las calles, van a visitar personalmente las viviendas, negocian los precios con los propietarios y finalmente presentan al cliente una selección final de aquellas viviendas que mejor se adaptan a sus necesidades.
Las principales ventajas de contratar los servicios de un personal shopper inmobiliario, ya sea en Barcelona o en Tarragona, son el ahorro de tiempo, ya que el comprador sólo visitará la selección final que le presente el agente; y el ahorro de dinero, ya que es un profesional experimentado con habilidades para la negociación de precios. Además, el agente puede ver defectos de la vivienda que uno no ve a simple vista y ahorrar papeleos y gestiones.
De hecho, en España esta figura ha crecido tanto por la gran demanda de viviendas por parte de extranjeros, que naturalmente no viajarán cada vez que quieran ver un inmueble y necesitan que alguien les gestione y facilite todo el proceso hasta la firma de las escrituras.
En el otro lado está el agente del vendedor, que es el que mantiene más similitudes con el perfil de agente inmobiliario tradicional, solo que ya no tiene que hacer de “mediador” e intentar contentar a todas las partes, lo más complicado e incómodo de la gestión inmobiliaria. Como agente exclusivo del vendedor se centrará en defender los intereses de su cliente y de buscar posibles compradores que puedan corresponder sus expectativas económicas.
Podría pensarse que el tipo de personas que contratan estos perfiles especializados son de gente rica, sin embargo, ya se extiende entre personas de clase media-alta y empresas que por falta de tiempo no pueden dedicarse a buscar ellos mismos viviendas u oficinas.
Como muestra de la evolución del agente del comprador en España, recientemente se ha creado la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI), con el objetivo de consolidar esta figura en el mercado español.
La empresa Somrie, creada en 2010 por Enric Jiménez, el también presidente de la AEPSI, es pionera y líder en España en servicios de personal shopper inmobiliario porque fueron visionarios y entendieron que había una necesidad en el sector que no estaba cubierta. Lo dicho, especialización.
¿Y tú qué opinas? ¿Te animas a incorporar a un personal shopper inmobiliario en tu agencia?
Foto: Solvia