Tras décadas de predominio del desarrollo urbano y la industria de consumo, cada vez más, crece el interés por ser consumidores responsables y volver a conectar con la naturaleza. Es una realidad que ya vemos en muchos sectores: la alimentación ecológica, la cosmética natural, el furor por el reciclaje y el DIY, el auge de las casas rurales como forma de vida y negocio… Y también en el sector de la construcción. Hoy en api.cat hablamos de la bioconstrucción.
La vivienda también está en el punto de mira de profesionales del sector inmobiliario y colectivos sociales que creen que, el futuro de las ciudades pasa por encontrar un equilibrio entre la actividad cotidiana de las personas y el medio ambiente. De ahí que cada vez haya más empresas dedicadas a la construcción de viviendas sostenibles, como por ejemplo, las casas pasivas. Hay varios sistemas constructivos que respetan el medio ambiente y uno de ellos es la bioconstrucción. ¿La conoces? ¡Te la presentamos!
¿Qué es la bioconstrucción?
Se entiende por bioconstrucción cualquier tipo de construcción o edificación hecha a partir de materiales obtenidos directamente de la naturaleza, reciclados, procesados con técnicas naturales, como por ejemplo el adobe, o bien con un impacto ambiental muy bajo.
Pero además de los materiales, en la bioconstrucción también se tienen en cuenta las características climáticas y topográficas del lugar donde se va a construir, con el objetivo de optimizar todos los recursos disponibles en el entorno. Un ejemplo serían las casas de adobe, una técnica milenaria que se sigue utilizando en muchos países del mundo con climas extremos. De algún modo, podemos decir que la bioconstrucción recupera técnicas constructivas ancestrales para adaptarlas a los tiempos y necesidades actuales.
¿Qué sentido tiene la bioconstrucción en pleno s.XXI?
Como dice el arquitecto Ángel Martínez, autor del libro Bioconstrucción: “En los paisajes, los hábitats de los animales están tan integrados en la naturaleza, que no los vemos. Sin embargo, el hombre cuando hace una casa irrumpe y no respeta lo que hay alrededor, imponiendo su presencia, muchas veces degradante”.
Y es que la bioconstrucción no solo garantiza la supervivencia del medio ambiente, que al fin y al cabo es esencial para la vida humana, si no que nos hace ganar en salud, porque la construcción tradicional no tiene en cuenta aspectos como por ejemplo, el origen tóxico de algunos materiales o el impacto que los campos magnéticos del suelo tienen sobre las personas.
¿Qué ventajas tiene la bioconstrucción?
Parece difícil de creer que hoy en día, si quisieras, podrías construirte una casa de adobe, por ejemplo en Barcelona o en Girona, pero así es y tiene muchas ventajas:
- Respetuosa con el medio ambiente: primera y principal ventaja de la cual ya hemos hablado.
- Abundancia e independencia: los materiales que se utilizan en la bioconstrucción son abundantes en la naturaleza, lo que te permite ser independiente de empresas e industrias productoras.
- Técnica rápida y al alcance de todo el mundo: cualquier persona que se lo proponga puede construir su propia casa ecológica según los preceptos de la bioconstrucción. Hay técnicas sencillas y rápidas con las que se puede construir una casa ecológica en menos de un mes, según el tamaño y el diseño.
- El coste: como los materiales son naturales, abundantes y al alcance de todo el mundo, el coste de bioconstruir es más asequible que la vivienda tradicional. Como todo, hay distintos niveles de complejidad y si no quieres hacerlo tú mismo, existen empresas especializadas que construyen casas ecológicas por encargo, como es el caso del Estudio Amalur.
- Eficiencia energética: Los materiales utilizados y las técnicas mediante las cuales se aplican permiten un gran asilamiento térmico, acústico y una regulación natural de la humedad.
- La mayoría de viviendas construidas según la bioconstrucción son ignífugas.
¿Qué te parece la bioconstrucción? ¿Te ha convencido su filosofía?
Foto 1 y 2: Domoterra
Foto 3: Thepositivetrend