Las goteras son uno de los siniestros del hogar más comunes y más declarados ante las compañías de seguros del hogar. Quizás, y así lo deseamos, nunca te encuentres con un problema de goteras en tu casa. Pero si te pasa, en las noticias inmobiliarias de Api.cat te contamos cómo debes actuar.
Averiguar el origen de las goteras
Lo primero que se debe hacer en ese caso es averiguar si esa gotera o filtración de agua procede de un elemento privativo de la vivienda del vecino, o por si lo contrario, procede de un elemento común del edificio.
Si fuere un problema del edificio, es la comunidad de propietarios quién debe hacerse cargo de la reparación mediante el seguro que se tenga contratado. En ese caso, debes dirigirte al presidente de la comunidad para iniciar los trámites correspondientes.
Pero si la gotera procede de la casa de un vecino y el origen del problema es un elemento privativo de su vivienda, entonces es responsabilidad suya asumir la reparación.
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El origen del conflicto
Si el vecino reconoce que la gotera viene de su casa y asume el coste de la reparación porque tiene un seguro contratado o de buena voluntad, obviamente, no hay mayor problema que las molestias transitorias de hacer la obra y las gestiones que eso implica.
El conflicto viene cuando el vecino responsable de la gotera no acepta su responsabilidad o niega que la causa de esa filtración sea un elemento privativo de su vivienda.
Cómo proceder ante unas goteras causadas por un vecino
En este caso, lo más recomendable es contratar los servicios de un perito que emita un informe sobre la causa, el modo de reparación y su coste. Ten en cuenta que si tienes un seguro del hogar, es probable que tu seguro cubra ese peritaje.
Una vez aclarado el origen, la causa y el coste de la reparación se debe informar al vecino del resultado de ese peritaje para intentar, de buena fe, que se haga cargo de la reparación.
Si su negativa persiste, solo queda interponer una demanda judicial. Eso sí, es conveniente que antes de interponerla, se le envíe una reclamación extrajudicial a través de un cauce fehaciente, como puede ser un burofax, a modo de último aviso, por si finalmente decidiera asumir la reparación y evitar llegar a los tribunales. También podría intentar un acto de conciliación ante el Juzgado de Paz o de Primera Instancia que le corresponda a su municipio.
En caso de llegar a juicio, no queda otro remedio que ponerse en manos de un abogado. Recuerda que si el denunciante no tiene los recursos para costearse un abogado (la ley utiliza un baremo para determinarlo), se puede solicitar un abogado de oficio.
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