La crisis financiera que se desencadenó en 2008 hizo que el alquiler se convirtiera en la única alternativa habitacional para muchas personas. La inestabilidad del mercado laboral y la baja capacidad de ahorro no permitían a muchas familias acceder a la compra de una vivienda. En medio de este contexto se extendió una fórmula que podía resolver el acceso a la propiedad: el alquiler con opción a compra. Te contamos cómo funciona en las noticias inmobiliarias de Api.cat
Alquiler con opción a compra
El alquiler con opción a compra consiste en arrendar una vivienda, por ejemplo un piso en Barcelona, cuyo contrato incluye la posibilidad de comprarla pasado un período de tiempo pactado por contrato con el propietario, que suele ser de 2 a 5 años.
Así, el inquilino entra a vivir a la vivienda en régimen de alquiler, y una vez ha pasado el período de tiempo pactado, tiene derecho a comprarla, descontando las cuotas del alquiler que se hubieren abonado hasta el momento, ya sea total o parcialmente, según el acuerdo al que se llegara por contrato con el propietario.
Es decir, el contrato de un alquiler con opción a compra integra dos subcontratos: uno, con las condiciones correspondientes al alquiler y el otro, con las condiciones relacionadas con la opción de comprar la vivienda arrendada.
Como ves, es una fórmula beneficiosa para ambas partes, ya que el inquilino no “pierde” el dinero de las rentas mensuales si finalmente decide comprar. Por otro lado, el propietario puede sacarle rentabilidad a su vivienda mientras el inquilino no efectúa la compra.
El hecho de firmar un contrato de alquiler con opción a compra no implica necesariamente que la renta mensual del alquiler sea más elevada. Sin embargo, sí que supone un mayor desembolso inicial de dinero, porque se debe aportar una “prima por la opción a compra”, una cantidad que es superior a la fianza.
Esta prima hace de factor “penalizador” en caso de que alguna de las partes se eche para atrás en la decisión de comprar o vender. Es decir, pasado el plazo estipulado por contrato, si el inquilino decide no comprar, pierde la prima. Si es el propietario quién decide no vender o vender a un tercero, éste deberá pagarle el doble de la prima al inquilino como penalización.
Ventajas y desventajas del alquiler con opción a compra
Como decíamos, es una fórmula beneficiosa para ambas partes. No obstante, como todo, tiene sus ventajas y desventajas.
Las principales ventajas para el inquilino son: que gana tiempo para pensar si quiere comprar o no sin perder dinero; y tener la oportunidad de vivir en ese inmueble antes de adquirirlo para valorar si cumple con sus expectativas. Para el propietario, la principal ventaja es que obtiene una rentabilidad desde el primer día.
Como desventajas: el inquilino podría encontrar que la renta de un alquiler con opción a compra sea ligeramente más cara. El propietario, por su parte, está obligado a cumplir con el contrato y no puede vender la vivienda hasta que el inquilino rechace la opción a compra y mientras dure el contrato.
¿Conocías el alquiler con opción a compra? ¿Te parece una fórmula útil para compradores indecisos?
Foto: BIT Comunicació
