Llega el frío, la taza de chocolate humeante y las sesiones de cine acurrucado bajo la manta en el sofá de tu casa en Olot… y los radiadores son parte indispensable para que este cuadro de aparente felicidad no se transforme en un infierno. Así que, quién lo iba a decir, aprender cómo purgar los radiadores puede ser esos diez minutitos que te cambiarán la vida este invierno.
Además, ahora que el certificado de eficiencia energética está tan de moda y empezamos a preocuparnos por reducir el consumo de energía de nuestra vivienda, es importante que tengamos en cuenta esos pequeños detalles que pueden hacernos mejorar el rendimiento de nuestras instalaciones, en este caso de la calefacción.
Tras varios meses parados, los radiadores pueden tener acumulado aire en su interior, lo que provoca que no calienten de manera correcta. Por eso es importante que purgues los radiadores al menos una vez al año.
En Api.cat te explicamos de manera sencilla cómo purgar los radiadores:
1- Pon la calefacción en marcha
Comprueba que la caldera está encendida y en posición “calefacción” antes de iniciar el procedimiento.
2- Comprueba los radiadores uno por uno
Si tienes una casa de varias plantas, será mejor que empieces por arriba, ya que habitualmente se acumula más aire en los radiadores de los pisos más altos. Si tu casa sólo tiene una planta, inicia el recorrido por aquellos radiadores que se encuentran más cerca de la caldera, ya que si alguno de ellos tiene aire acumulado, no llegará bien el combustible y al resto de radiadores les costará más calentarse.
Para saber si tus radiadores están funcionando correctamente, tan sólo debes estar atento a dos señales:
- Se escucha un ruido tipo gorgoteo.
- La parte superior del radiador está menos caliente o fría.
Aunque te parezca que tan sólo uno o dos de los radiadores están funcionando incorrectamente, te recomendamos que realices la operación de purga con todos los radiadores, para curarte en salud.
3- Localiza el purgador del radiador
Es fácil. Sea un purgador manual o automático, siempre están colocados en el extremo opuesto de la llave de apertura y cierre del radiador. No obstante, en el caso del purgador automático que se emplea normalmente en radiadores de aluminio, no será necesaria la purga manual, puesto que el propio purgador se asegura de la expulsión del aire sobrante de manera automática.
4- Abre el purgador
Introduce una moneda o un destornillador plano en la hendidura que presenta el purgador o tornillo de evacuación (si tiene otra forma, probablemente deberás hacerlo con una llave especial). Gira el purgador con un leve movimiento y lentamente, en sentido contrario a las agujas del reloj, ya que el tornillo no tiene tope y de lo contrario el agua podría salir a chorro. Procura colocar debajo un recipiente (por ejemplo, un vaso) para recoger el agua que caerá una vez que haya salido el aire.
5- Expulsa el aire
El radiador empezará a expulsar una mezcla de aire y agua. Cuando deje de expulsar aire y sólo salga agua, cierra el tornillo.
6- Comprueba la presión de la caldera
Una vez que hayas purgado todos los radiadores, deberás asegurarte de que la presión de la caldera se encuentra entre 1 y 1,5 bares. Si la presión hubiera bajado demasiado, vuelve a llenar la caldera con la llave de llenado.
Ya lo ves. ¡Qué poco cuesta asegurarse una tarde de invierno de cine!
Foto: SXC