A diferencia de otros países europeos donde el mercado del alquiler tiene mucha más relevancia, a los españoles les gusta ser los propietarios de su vivienda. Eso ha sido así tradicionalmente y parece que el sentimiento general no ha cambiado demasiado a pesar de la crisis. Según los últimos datos del Banco de España, tan solo un 14,9% de la población española vive en régimen de alquiler, mientras que el 78% vive en viviendas de propiedad y apenas un 7% en régimen de cesión u otras formas.
Aún sí, siempre llega el punto de inflexión en el que uno debe decidir si comprar o alquilar. Y no es fácil, entran en escena miedos, incertidumbres, cálculos… ¿Es tu caso? Según Eroski Consumer estas son las 5 preguntas que debes responder para saber si te conviene comprar o alquilar.
¿Tienes ahorros?
Para pedir una hipoteca debes tener ahorrado, al menos, un 35% del valor total de ese piso en Barcelona que quieres comprar. Con esos ahorros hay que pagar la entrada, ya que los bancos no suelen conceder más del 80%, y los gastos derivados de la hipoteca. Teniendo en cuenta que además, no te puedes quedar a 0€ porque hay que seguir viviendo y tener la capacidad de poder afrontar gastos imprevistos.
¿Con qué ingresos cuentas?
La época dorada en la que los bancos daban hipotecas sin preocuparse demasiado de la solvencia de los solicitantes ya ha pasado. Por eso, además de tener los ahorros suficientes para la entrada, debes contar con unos ingresos mínimos de 2.000 euros al mes entre todos los titulares. O dicho de otro modo, la cuota de la hipoteca no puede superar el 30% de los ingresos mensuales que entran en el hogar.
¿Eres solvente y confiable?
Tras la crisis, los bancos no solo te exigirán tener la entrada y unos ingresos mínimos, ahora también quieren asegurarse de que eres un cliente “ejemplar”, con un trabajo estable con contrato indefinido, que no figures en ningún registro de morosos y obviamente, que no tengas otras deudas que puedan hacerles creer que no podrás asumir el pago de la hipoteca.
¿Es para toda la vida?
Una hipoteca es, prácticamente, un compromiso para toda la vida. Y sí, la vida da muchas vueltas y nunca se sabe, pero si de entrada tienes un trabajo con perspectivas de movilidad geográfica u otros planes que te hagan pensar que no estarás en esa casa por muchos años, quizás no te conviene meterte en una hipoteca. Dado el caso, una vivienda de alquiler siempre es más fácil de dejar.
Foto: BIT Comunicació