Invertir. Sin duda es una palabra que suele generar temores y dudas, especialmente a quienes no están acostumbrados a hacerlo. Es habitual que nos encontremos en situaciones en las que, luego de haber ahorrado una suma suficiente de dinero, nos interese asumir un riesgo para obtener más ganancias y vivir con un poco más de tranquilidad.
Seguramente por eso estás leyendo este artículo y, quizás también ya hayas estudiado un poco sobre acciones, bonos y fondos de inversión al extremo de convertirte en un experto. Sin embargo, esos son instrumentos que requieren un mayor conocimiento financiero, además de que están expuestos a variables que no podemos controlar y que muchas veces, ni siquiera conocemos.
Pero hay una posibilidad que sobresale como la más segura de todas: la inversión en inmuebles. Por ello, hemos preparado este artículo para quienes hayan considerado entre sus opciones la compra de una propiedad. Verás que estás en un buen camino.
Inmuebles versus Bolsa
Una pregunta muy habitual entre quienes pretenden invertir sus ahorros es en qué instrumentos conviene hacerlo. En realidad, la respuesta a esta pregunta depende de muchos factores, como el monto de dinero del que se disponga o el nivel de riesgo que se quiera asumir. Ello es lo que se conoce como el perfil del inversor.
Pero entonces, ¿es mejor invertir en propiedades o en instrumentos bursátiles como acciones o bonos?
Siempre existió la certeza de que invertir en bienes raíces era una apuesta ganadora. Esta afirmación ha sido puesta en jaque en los últimos años, tras la explosión de la “burbuja” y el derrumbe del sector inmobiliario. Sin embargo, el lento repunte del mercado que comenzó a verse en 2016 y se reafirmó en 2017 ha hecho que invertir en propiedades inmobiliarias vuelva a ser rentable.
De todos modos, siempre depende. Probablemente si se le pregunta a un especialista en inversión bursátil, defenderá este tipo de inversión, y con buenos argumentos. Dentro de los títulos de bolsa, hay algunos que representan riesgos menores y se utilizan para obtener rentas a largo plazo (por regla general, los bonos). También están los más riesgosos, aquellos que prometen ganancias a corto plazo (acciones).
Lo negativo de las inversiones bursátiles es que están en juego muchas cuestiones imprevisibles o que solo son conocidas por quienes trabajan a diario en el mundo de las finanzas. Por ejemplo, en el caso de los bonos dependerá de que el gobierno que los emita asuma sus obligaciones de pagar en término y esta cuestión podría no ocurrir en caso de una crisis política o estallido social. Lo mismo ocurre con las acciones, ya que podemos invertir en una empresa que nos parece “segura” pero al día siguiente se derrumba por causas que desconocíamos.
Por ello, nada mejor que revisar los números. Si hablamos de la actualidad del mercado español, en octubre de 2016 los informes publicados por especialistas en inversiones ponían a los inmuebles como la mejor inversión de bajo riesgo. La vivienda ofrecía un 8,3 % de rentabilidad bruta media anual (explotación de la vivienda por medio del alquiler más revalorización). Se trata de porcentajes de rentabilidad claramente superiores a los bonos a 10 años (1,2 %) o a los depósitos bancarios (0,3 %).
Doble Rentabilidad
Desde el año 2016, luego de un largo período de caídas estrepitosas, el precio de las viviendas se fue estabilizando, principalmente en las ciudades más pobladas de España y en sus barrios de primera línea. De hecho, de ese “freno” de las caídas se ha pasado a una etapa de aumentos que, aunque lentamente, son muestra de una tendencia que se mantendría.
En efecto, esta tendencia de aumentos significa que los pequeños y medianos inversores han vuelto a confiar en los ladrillos como medio de inversión.
Se invierte en bienes raíces por una doble razón, es decir, “se gana dos veces”. En primer lugar, por las sumas que indicamos, uno compra una vivienda hoy y a largo plazo tendrá un valor superior. Es difícil hablar de porcentajes en el contexto actual pero algunos especialistas hablaron de una revalorización del 2,5 % en 2016 y del 3,5 % en 2017. Con ello, estaríamos volviendo a los valores de 2004, en tiempos de la llamada “burbuja inmobiliaria”.
Pero por otra parte, está el beneficio del alquiler. En junio de 2017, un estudio basado en Madrid y Barcelona (y sus zonas metropolitanas) indicaba que la rentabilidad bruta media del alquiler en España se situaba en torno del 5,4 %. En Cataluña, ese porcentaje alcanza al 5,9 %. Una renta muy interesante considerando la seguridad que brinda el inmueble y las perspectivas de alza.
Es el momento para comprar, pero eligiendo bien
Ya hemos visto que las tasas de rentabilidad bruta mensual y anual de los inmuebles están en un gran momento. Además, según informan los portales inmobiliarios, los tipos de interés han llegado a un mínimo histórico, por lo cual la compra resulta más barata y, además las previsiones de cara al futuro indican que los precios de los bienes raíces seguirán aumentando.
De manera que estamos en condiciones de decir que, en las circunstancias actuales, invertir en bienes raíces es realizar una inversión segura.
Pero cuidado, el repunte del mercado no ha sido homogéneo en todo el país. Por ejemplo, en Madrid y Baleares los precios han repuntado un 10 % y un 14 %, respectivamente, desde los mínimos históricos. Estas dos comunidades autónomas, junto con Cataluña están a la cabeza de la recuperación.
En el caso de Cataluña, no solo es un buen momento para comprar en Barcelona, sino que también inmuebles de zonas aledañas, como Granollers o Badalona, ofrecen excelentes rentabilidades a menor precio de compra.
Sin embargo, otras regiones como Navarra, Castilla-La Mancha, Extremadura o Galicia todavía están en la fase de “ajuste”.
Por esta razón, los expertos recomiendan investigar previamente e invertir en inmuebles que se conozcan de manera directa, en sitios donde estemos al tanto de los precios de venta y los alquileres promedio.
Esperamos que este artículo haya despejado tus dudas sobre los beneficios de la inversión en inmuebles. Si quieres saber más, te recomendamos consultarlo personalmente con un asesor en bienes raíces.