“La crisis hipotecaria en España ha empujado a muchas personas y familias al sobreendeudamiento debido a que, en la gran mayoría de los casos, la toma de posesión del hogar por parte del banco elimina sólo una parte de la deuda”. Esta es una de las graves afirmaciones extraídas del Informe “Sueños rotos: El impacto de la crisis de vivienda en España sobre los grupos vulnerables”, elaborado por Human Rights Watch y publicado el pasado mes de mayo. Desde Api.cat nos hacemos eco de sus conclusiones más interesantes.
La pesadilla de tener una vivienda en propiedad
Es posible que seas una de los muchos españoles que solicitaron una hipoteca para comprar un piso en Barcelona entre 1997 y 2007, y que, en contra de todo pronóstico, se la concedieron. Y es que, durante este período, según el Informe de Human Rights Watch (HRW), “se construyeron más viviendas en España que en Francia, Alemania y el Reino Unido juntos, y el sector inmobiliario y de la construcción constituía el 43% del Producto Interior Bruto”.
Semejantes cifras, fueron el caldo de cultivo perfecto para la debacle que nadie supo ver y para la que todavía hoy no se han encontrado las medidas adecuadas para solucionarlo. El sobreendeudamiento de los que adquirieron una vivienda en aquellos años les acompañará en la mayoría de los casos hasta el final de sus vidas, ya que “las medidas adoptadas hasta ahora por el gobierno para aliviar la carga de la deuda de la hipoteca son insuficientes”, señala Judith Sunderland, investigadora senior para Europa Occidental y autora del informe, quien cree que “las personas que viven con niveles extremos de deuda deberían tener la posibilidad de una segunda oportunidad”.
Los bancos frente a la burbuja inmobiliaria
Una de las iniciativas que el Gobierno puso en marcha para tratar de paliar la situación fue el Código voluntario de buenas prácticas que firmaron los bancos y a través del cual estas entidades entregaron cerca de 6.000 propiedades a un Fondo Social para la Vivienda para dar a las familias desahuciadas un lugar donde vivir a precios de alquiler asequible. Sin embargo, ha resultado un fracaso, ya que los criterios para acceder a estas viviendas eran restrictivos e injustos. Tanto era así, que el Fondo los amplió hace sólo unas semanas para poder beneficiarse de la moratoria a las familias con niños independientemente de su edad.
Y es que, hasta ahora, si tenías una pareja y un niño de tres años, podías quedarte en casa, pero si tu hijo tenía cuatro años, no. “La distinción es puramente arbitraria y el gobierno debería tener normas mejores, más racionales y más justas”, opina Sunderland.
Exclusión social por impago de hipotecas
En definitiva, el Informe de los “sueños rotos” advierte que la crisis hipotecaria en España” amenaza con destruir los derechos humanos. “El gobierno español tiene que revisar seriamente sus políticas y tener en cuenta un espectro más amplio de personas en situación de exclusión social por impago de las hipotecas”, sentencia la investigadora.
Un informe revelador que debería invitar a reflexionar, tanto al sector inmobiliario como al financiero y la política. ¿Crees que el gobierno puede hacer más? ¿Cuál es tu opinión?
Foto: Pinterest
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