A la hora de comprar un casa, hay algo que se convierte en una especie de obsesión: la ubicación. Podemos llegar a encontrar una casa ideal en Terrassa, a un precio ideal, pero… esa ubicación no la quieres ni regalada… O quieres vender un piso que está hecho un desastre y hay que reformarlo entero, pero no te preocupa en absoluto, porque está tan bien ubicado que sabes que lo venderás seguro.
¿Cuánta importancia tiene en realidad la ubicación? y en términos prácticos, ¿cómo afecta a los compradores y a los vendedores?
1. Puedes ahorrar, incluso comprando en un barrio alto.
Un casa puede estar ubicada en el mejor barrio de la ciudad, tener todos los servicios que podrías desear a mano e incluso estar a tu alcance pero… resulta que los dormitorios y el salón dan a un cruce que tiene un tráfico muy congestionado durante todo el día. No puedes abrir las ventanas porque es un 2º piso y sube el olor a los tubos de escape de los coches que hay parados en el semáforo de abajo.
O quizás ese piso maravilloso en Tarragona está justo al lado de un colegio y en las horas punta, se convierte en un caos de coches, pitidos, niños y padres estresados.
No te quepa duda que por muy bonito que sea el barrio, estos factores le restarán valor a la vivienda en comparación a otras de la misma zona que no sufran estas situaciones.
Ya sabes, si quieres estar en una gran área, pero no quieres pagar tanto ¡Busca una casa cerca de algo parecido que puedas soportar!
2. No tengas miedo de invertir en la reforma de una casa ubicada en un buen barrio.
A no ser que tenga algún problema como los mencionados anteriormente, una vivienda situada en un barrio cotizado siempre será un elemento de valor, en cualquier ciudad. Por eso, ya seas inversor o comprador, no tengas miedo a lanzarte en comprar esa casa que necesita reformas urgentes en la mejor calle de Sitges, una vez reformado, tendrá mucho más valor. Eso sí, recuerda que el estado de la vivienda es un argumento para la negociación del precio.
3. Comprar una casa totalmente reformada en uno de los barrios más solicitados, puede ser menos estratégico.
Está claro que un pisazo con una reforma de primerísima calidad en el mejor barrio de Barcelona es una apuesta segura y una inversión que no perderá valor, pero ¿La ganará? Es decir, ya estás comprando de lo más caro que hay en el mercado en esa zona concreta, por lo que si decides vender al cabo de pocos años, el margen de ganancia seguramente sea mucho menor.
4. Comprar la peor casa en la peor zona pensando que será una zona emergente es un riesgo.
Esto siempre es una apuesta de alto riesgo. Invertir en una vivienda que está ubicada en un barrio degradado, pensando que en unos años la administración hará planes urbanísticos de mejora en la zona y se revalorizará, te puede salir muy bien o muy mal. Si te sale bien y efectivamente se revaloriza, habrás comprado un piso a buen precio, lo habrás reformado a buen precio y lo podrás vender por una cifra superior. Si te sale mal, quizás pierdas incluso dinero. En cualquiera de los casos, es una inversión a largo plazo ya que tus expectativas dependen de factores externos a ti.
5. Comprar la mejor casa en la peor zona también es un riesgo
Comprar una casa totalmente reformada en una de las peores zonas, es otra inversión muy arriesgada. De acuerdo que será “lo mejor” dentro de “lo peor” pero eso no es suficiente para que se revalorice, ya que el entorno es fundamental. Si es muy decrépito y no mejora con el paso de los años podrías no recuperar la inversión.
Y tú, ¿Qué opinas? ¿Crees que la ubicación es tan importante? ¿estás de acuerdo con estos casos? ¡Déjanos tu opinión!
Foto: Yosedemarketing