¿Quién dice que el espíritu rebelde es cosa de jóvenes? Solo debemos recordar al colectivo ‘iaioflautas’ surgido en Barcelona contra los recortes para darnos cuenta de que esto no es verdad. Con la crisis, y a pesar de la desgracia, han aflorado cosas buenas, como las iniciativas de consumo colaborativo y distintas formas de vivienda alternativa como el Cloudhousing, o esta de la que os queremos hablar hoy en api.cat: La Muralleta, una cooperativa residencial para personas mayores de 50 años.
José Caballero, ideólogo e impulsor de La Muralleta, se quedó sin empleo a los 51 años después de haber quemado ya muchas etapas de su vida. En lugar de resignarse a la vejez a la que la sociedad le empujaba, se inspiró en un proyecto parecido que había leído en la prensa y decidió ponerse manos a la obra. Así, nació la Muralleta en el año 2.000 con 6 socios iniciales y la compra de un terreno en Santa Oliva, en la provincia de Tarragona.
Hoy, 14 años después, la Muralleta es una cooperativa basada en la filosofía del cohousing, o lo que es lo mismo, una fórmula de vivienda colaborativa donde viven 30 personas de entre 56 y 82 años, algunas de ellas en matrimonio y otras, viudas.
Jaume Mullor, el presidente de La Muralleta, nos cuenta que en total hay 16 viviendas de uso privado y un espacio comunitario de 300 m2 donde tienen previsto montar una sala polivalente con biblioteca y juegos, un gimnasio, una lavandería y una peluquería.
“Nos organizamos en comisiones donde cada uno trabaja en aquello que quiere y puede, teniendo en cuenta que nos vamos haciendo mayores y que nuestras posibilidades serán cada vez menores. Por esto, compartir es una manera de ayudarnos los unos a los otros”, explica Jaume Mullor. Quien sabe más del huerto, trabaja la tierra; quien tiene más conocimientos sobre electricidad y obras, se dedica más al mantenimiento y de esta manera, todos aportan su granito de arena a la comunidad. Las principales comisiones son: la comisión de jardinería, la comisión de cocina, la de mantenimiento, la de obras y la de difusión.
Además de trabajar en equipo, en La Muralleta organizan todo tipo de actividades cono cine fórums o excursiones para fomentar las relaciones sociales y al fin y al cabo, hacerse compañía.
En definitiva tal y como nos explica Jaume, “La idea es buscar recursos entre todos para hacer una vida comunitaria y sentirnos útiles, pero no como si fuera una comuna, porque en La Muralleta, cada uno tiene su espacio privado”.
Actualmente, La Muralleta tiene 1 vivienda disponible para entrar a vivir y ya están a la espera de reunir nuevos socios para construir una segunda fase de 6 viviendas más.
Para entrar a formar parte de la cooperativa hay que ser mayor de 50 años, compartir la filosofía colaborativa y sobretodo, tener las ganas y la ilusión de trabajar en equipo para ayudarse los unos a los otros, en lo que haga falta.
Fotos: La Muralleta