Un recurso natural como es el Sol, que no es propiedad de ningún país ni persona, si no que es patrimonio de todos los habitantes del planeta ¿debería estar grabado con un impuesto? Según el gobierno español sí, cuando hay un autoconsumo particular y se usa la red eléctrica para ello. Hoy en api.cat te contamos todo lo que debes saber sobre el bautizado “impuesto al sol”.
El contexto
El pasado 5 de junio, irónicamente coincidiendo con el día Mundial del Medio Ambiente, el Gobierno presentó el borrador del Real Decreto de Autoconsumo, que pretende grabar con impuestos aquellas personas que se conecten a la red eléctrica para generar y almacenar su propia energía. Es decir, aquellas personas que tienen placas solares que producen y almacenan energía limpia para su autoconsumo, tendrán que pagar un impuesto adicional al que ya estaban pagando por el hecho de conectarse a la red. ¿Tienes placas solares en tu casa de Girona? Entonces, esto te interesa.
¿Por qué?
Sin ahondar en los tecnicismos, el gobierno alega que al estar usando la red eléctrica, los usuarios deben pagar un impuesto extra con el objetivo de contribuir con los costes del sistema eléctrico. Algo que el Ministro Soria calificó de “peaje solidario” porque asegura que, si no se aumenta la recaudación por esta vía, el sistema peligra.
Si se supone que es un bien para todos, ¿cuál es el problema?
Que tanto los usuarios, como las organizaciones de consumidores, ONG’s y el resto de los partidos políticos ven en esta medida una clara apuesta para frenar el autoconsumo y beneficiar a las grandes eléctricas, ya que los auto consumidores ya asumen el coste de la instalación y pagan el término de energía consumida, con lo cual es un extra sin sentido aparente.
Si se aprobase la normativa, el auto consumidor deberá abonar íntegramente la parte fija de su factura con la compañía eléctrica, como cualquier otro consumidor, pero también la misma proporción de impuestos y peajes que pagaría en la parte variable de la factura si no tuviera implementado un sistema de ahorro, como por ejemplo, las placas solares. Es un absurdo que la Unión Española Fotovoltaica compara con un hipotético “impuesto al abanico”, como si el gobierno hiciera pagar los mismos impuestos a las personas que se abanican para ahorrar y a los que ponen el aire acondicionado 24h al día.
En resumen, que de aprobarse la medida, la inversión de instalar placas solares y la burocracia que hay que hacer para hacer balance de cuánta energía generan y vierten a la red, acabaría por no compensar a aquellos que se están planteando un cambio de sistema energético. Es por eso, que muchos ven un lado oscuro en una normativa que, parece querer desalentar un cambio de paradigma energético en pro del medio ambiente y el ahorro, en lugar de fomentarlo.
Aún así, como ya te hemos contado en api.cat, son cada vez más las cooperativas eléctricas verdes que ofrecen una energía alternativa y los usuarios que como José Vaquero de la autosuficiente Casa Martina, deciden cortar los hilos.
¿Es España un caso único?
De aprobarse esta ley, España se convertirá en un caso aislado en el mundo, ya que mientras los países europeos y organismos internacionales apuestan por las energías renovables y favorecen el autoconsumo energético en los hogares, España los penaliza. Sin ir más lejos, la Unión española fotovoltaica (UNEF) recuerda que en Portugal, se permite el desarrollo del autoconsumo de hasta 1MW sin ningún tipo de peaje y el balance neto se hace pagando el precio de la energía excedentaria a un 90% de su precio de mercado. Portugal tampoco tiene ninguna restricción normativa al almacenamiento, como sí sucedería en España si se aprueba el borrador de decreto.
¿Qué te parece la polémica sobre el llamado impuesto al sol? ¿Crees que tiene fundamento?
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