Los datos no mienten. El 62% de las casas compradas en España el año pasado fueron de segunda mano. Estamos hablando de 200.065 viviendas que fueron objeto de un proceso de compraventa. Es evidente que los pisos de segunda mano son los responsables del “tirón” del sector inmobiliario, pero, ¿qué razones hay detrás de estas cifras? Desde Api.cat apuntamos algunas de los motivos que explican este comportamiento de la oferta y la demanda.
La segunda mano “tira” del sector
Sólo el 37,2% (118.863) de las compraventas inmobiliarias que se llevaron a cabo durante el año pasado correspondió a viviendas de obra nueva. Este dato, suministrado por el Colegio de Registradores, se suma a los aportados por otras fuentes que apuntan en la misma dirección. Así, el Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge en uno de sus informes que las compras de viviendas de segunda mano crecieron en 2014 un 18,4%, mientras que las correspondientes a los inmuebles de obra nueva cayeron un 16,9%.
En definitiva, no es necesario buscar más datos, para poder afirmar que la segunda mano es la mayor responsable de la recuperación del sector inmobiliario y que la distancia entre esta tipología de vivienda y la de planta nueva no para de aumentar. Aunque, también es cierto que algunos expertos vaticinan un cambio de tendencia hacia 2016, año en que se espera que la obra nueva comience a remontar.
Así que, si tienes un piso en Barcelona que estás interesado en vender, aquí tienes 5 buenas razones para confiar en que su venta tendrá lugar en los próximos meses.
1. Cuestión de precio. Sin duda, el principal motivo que explica las cifras que recoge el INE y el Colegio de Registradores es el precio. Y es que, en general, las viviendas de segunda mano son más asequibles que las de obra nueva. Según la tasadora Tinsa, la diferencia entre el valor del metro cuadrado de una y otra es de 400 euros.
Otro dato que corrobora esta afirmación lo aporta el Consejo General del Notariado, que fija en 1.347 euros la cotización del metro cuadrado de los inmuebles de segunda mano, frente a los 1.624 euros de la obra nueva.
2. Margen de negociación. Dado que muchas de las viviendas de segunda mano que hoy están a la venta, se adquirieron cuando su precio alcanzó su punto más alto, son pisos sobrevalorados con más posibilidades para la negociación del precio final.
3. Menos impuestos. Los pisos de obra nueva están sujetos a un 10% de IVA, mientras que los de segunda mano soportan el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que varía entre el 6% y el 10%.
4. Mejor ubicación. No es lo habitual que los pisos de obra nueva se encuentren en el centro de las ciudades, a no se que se trate de rehabilitaciones.
5. Gastos de comunidad menores. Las viviendas de obra nueva suelen tener cuotas de comunidad más altas, ya que, muchas de ellas han de sufragar los gastos de mantenimiento de piscina, jardín, ascensor, etc. Y, en el caso de la segunda mano, todavía existen posibilidades de encontrar pisos con calefacción central y agua incluida.
Sólo hay un factor que corre en contra de la segunda mano y es que, la mayoría de las veces el comprador de segunda mano tiene que hacer una inversión importante para una reforma integral antes de entrar a vivir. Aunque, también es cierto que esa inversión suele ser menor que lo que le costaría una vivienda similar de obra nueva.
¿Crees que las viviendas de segunda mano son las que están contribuyendo a la recuperación del sector? Danos tu opinión.
Foto: parabuenosaires.com
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