¡Por fin es agosto! ¿Estás cansado de pagar cada año el mismo hotel o buscar desesperadamente un estudio en Platja d’Aró? Si ya estás seguro de querer comprar una segunda residencia para poder ir cada fin de semana y durante el periodo de vacaciones, en api.cat te damos unos consejos sobre qué debes valorar a la hora de adquirir una vivienda vacacional.
- La zona:
Haber pasado un verano en un Blanes no quiere decir que conozcas la localidad. Sería conveniente que visitaras cómo es la zona durante el invierno, es decir, entérate de si los locales sólo abren en temporada alta o los servicios públicos están operativos durante el año o la zona es un completo desierto.
También es importante conocer si hay vecinos que viven en la zona durante el año, pues es mucho más seguro para tu segunda residencia que haya movimiento por la zona.
Así como el clima que hay durante el año, ya que sí, en verano puede hacer muy buen tiempo y puedes disfrutar de la playa y de la piscina cuando quieras, pero a lo mejor en invierno se convierte en una zona de difícil acceso o es propenso a inundaciones.
- El precio:
No es la primera vez que te decimos que la compra por impulso no es buena, hay que conocer cómo funciona el mercado y cuáles son las mejores épocas para comprar y vender. Planifica con tiempo y evita comprar en temporada alta, pues los precios suben antes y durante el verano.
Te has decidido a comprar, pero no solo tendrás ese gasto. Debes considerar si necesitas pedir una hipoteca, los impuestos, los gastos de comunidad de vecinos, el seguro, el mantenimiento de la piscina y el jardín, así como los gastos de los principales suministros (luz, agua, gas,…)
Nuestra recomendación es que te plantees un alquiler con opción a compra. Así disfrutarás del verano y si la propiedad te sigue gustando, la puedes adquirir durante el año.
- La cercanía:
Buscas tranquilidad. Lo entendemos, pero piensa que debe ser un lugar accesible y a ser posible que no esté alejado de la civilización. Más que nada, porque facilitará la tarea de los ladrones y segundo, a la larga te acabarás cansando de recorrer largas distancias para llegar allí o de coger siempre el coche para ir al pueblo más cercano a comprar.
Como recomendación no te alejes de la civilización, pero controla si la zona es muy turística por si te toca planificar los viajes de ida y de vuelta para evitar los atascos.
- El valor añadido:
Si al final no usas mucho tu segunda residencia, siempre tienes la opción de venderla o de alquilarla. Sin embargo, deberá contar con algunos valores añadidos que la hagan más atractiva: la seguridad, las conexiones, buena red de servicios, ofertas de ocio y restauración.
Debes conocer todos estos pequeños detalles para no llevarte sorpresas en un futuro ya que el tema de los servicios y el clima pueden ayudarte a revalorizar tu inversión también te ayudarán a venderla o alquilarla.
En todo caso, antes de adquirir tu segunda residencia anota todos los temas que quieres revisar con el propietario, el API o el constructor y coméntalo con ellos. También fíjate en las anomalías y comunícaselo para solucionarlo antes de operación de compraventa.