Hay muchos motivos por los que nos lanzamos a alquilar sin haber atado antes todos los cabos: las prisas, un exceso de confianza, no preguntar lo que te inquieta por miedo a parecer desconfiado, el haber querido ahorrarse los servicios de un agente inmobiliario o ser un arrendatario o arrendador primerizo. Sea como sea, hay malentendidos que pueden acarrear consecuencias negativas a la hora de alquilar un piso.
Si estás buscando piso de alquiler en Barcelona, presta atención, estos son los errores más comunes y los que debes evitar a la hora de alquilar un piso.
1. No leer el contrato de cabo a rabo: no nos cansaremos de repetir cuán importante es leer el contrato de principio a fin y no una, si no varias veces hasta que te quede todo más claro que el agua. Lo que firmes irá a misa de modo que tómate tu tiempo. Que no te presionen, si es necesario, pide a tu agente api que te adelanten el borrador del contrato antes de programar la cita para su firma con el propietario. Así la presión del momento no jugará en tu contra y tendrás tiempo para resolver las dudas que tengas.
2. Alquilarle el piso a un familiar, amigo o conocido sin un contrato escrito: te puede surgir una buena oportunidad para alquilarle el piso a alguien de confianza a “precio de amigo” pero las palabras se las lleva el viento y nunca se sabe lo que puede pasar. Es conveniente para la seguridad y tranquilidad de ambas partes que todo quede por escrito.
3. No negociar el precio o aquello que te genera inquietudes: si crees que alguna cláusula es abusiva o si tu has cedido en algo y quieres que el propietario ceda en otro punto a cambio, debes manifestarlo. No tienes nada que perder y es mejor que todo quede claro desde el principio. Todo es una negociación y seguro que se puede llegar a un acuerdo justo para ambas partes, pero si no lo intentas, nunca lo sabrás.
4. Aceptar acuerdos verbales que el propietario no quiera incluir en el contrato: si te promete cosas verbalmente, como por ejemplo que no te subirá el alquiler según el IPC u otro concepto, pero no lo quiere incluir en el contrato, no tienes garantías de que cumpla con sus palabras. Si es un acuerdo en firme no debería tener inconveniente en dejarlo por escrito, al fin y al cabo un contrato de arrendamiento es un documento privado entre las dos partes, que se puede redactar a vuestra medida.
5. No firmar todas y cada una de las hojas que forman el contrato: los expertos recomiendan que se firmen todas las páginas del contrato en ambas copias para que no se pueda alterar el contenido.
6. No revisar el estado del piso antes de firmar el contrato: en todo contrato de alquiler figura una cláusula referida a la compensación en caso de provocar desperfectos en el piso, normalmente a través de la fianza. Si no revisas el estado del piso antes de firmar el contrato, podrán acusarte de desperfectos que en realidad no has hecho tu.
7. No dejar constancia escrita de todos los desperfectos que hay en el piso: en relación con el punto anterior, y para evitar que te atribuyan daños que no has cometido tu, te recomendamos hacer una lista escrita de los desperfectos del piso, que la firme el propietario y se adjunte al contrato. Es obvio que hasta que no entras a vivir no te das cuenta de todo lo que hay, por eso, podéis acordar un plazo de días para aportar esa lista.
8. Pagar por adelantado: No pagues nada por adelantado hasta que no hayas visitado el piso y firmado el contrato. Si te presionan en este sentido valora si realmente vale la pena y en concepto de qué te piden ese adelanto. Si es una ganga y temes perderlo por no ceder al adelanto, busca asesoramiento legal y hazle firmar un documento al propietario en el que se especifique en concepto de qué adelantas ese dinero y cómo se procederá tanto si acabas alquilando el piso, como si no.
9. Aceptar cláusulas abusivas: hay propietarios que con el pánico a dar con un mal inquilino, cruzan la línea roja entre procurar un alquiler seguro y ser abusivo con los derechos del arrendatario. No las aceptes e intenta negociarlas.
10. Asumir gastos que no te corresponden: antes de alquilar el piso entérate bien de qué gastos y facturas debe pagar el propietario y cuáles debes pagar tú. Asegúrate también de que en el contrato esté bien especificado quién debe asumir el coste de las reparaciones en caso de necesidad.
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Foto: Pinterest