Comprarse una vivienda es, probablemente, la decisión más importante de la vida de una persona a nivel financiero, sobretodo si necesitas pedir una hipoteca. Pero, ¿qué va primero, el huevo o la gallina?, ¿buscar créditos para comprar un piso o el piso?
Si una cosa ha quedado clara tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y 8 años de crisis financiera en el país es que muchas cosas han cambiado, especialmente en el sector inmobiliario y financiero. Ahora, tanto bancos como compradores actúan con más precaución, parece que han aprendido algo: quieren pisar sobre seguro.
Según un estudio elaborado por Alfa Inmobiliaria, solo un 17% de los compradores de vivienda llegan a al notario sin necesidad de pedir un préstamo hipotecario. El 83% restante de los potenciales compradores necesita financiación y la buscan antes de dar con ese piso en Barcelona que quieren comprar. Además, tardan una media de 6 meses sólo en analizar sus opciones reales de compra. Un período de tiempo que dedican a investigar el estado del mercado: qué precios se piden de media por determinado tipo de vivienda, en qué zonas sale más a cuenta y qué entidades financieras dan mejores condiciones en los préstamos hipotecarios. Sin duda, un cambio de tendencia que contrasta con la forma de actuar previa a la crisis, cuando las decisiones eran más impulsivas.
Pero a pesar de que el 90% de los futuros propietarios busca hipotecas antes que casa, tan solo el 50% realiza un estudio exhaustivo sobre su capacidad de endeudamiento junto al asesor de su sucursal bancaria.
Es decir, ahora el comprador es más prudente, se informa antes y mejor pero solo la mitad empiezan a buscar casa con un presupuesto real, calculado previamente por el banco, en función de sus ingresos y posibles avales. ¿Quieres comprar una casa en Tarragona? ¿Irías a un asesor antes de ponerte a buscar para saber tu presupuesto real?
Los expertos del sector afirman que, para evitar nuevos desastres, el Banco Central Europeo, el Banco de España y cada entidad en particular deben vigilar que el esfuerzo de acceso a la vivienda no supere la tercera parte de los ingresos del hogar y que el importe de las hipotecas no sobrepase el 80% del valor de tasación del inmueble. Además, sugieren que se hagan pruebas de esfuerzo al comprador, para comprobar si podría resistir una escalada del Euribor.
Y tu, ¿qué harías primero si quisieras comprarte un piso?
Foto: BIT Comunicació