Tras mucha polémica, la Generalitat de Cataluña ha optado por legalizar el alojamiento de turistas en casas de particulares, a cambio de que paguen una tasa. ¡Te contamos los detalles de cómo se gestionará en api.cat!
Seguro que aunque no las hayas usado, conoces Airbnb o Homeaway, las famosas plataformas de alquiler de alojamiento turístico en casas particulares. Se ha oído hablar mucho de ellas debido a la polémica que han generado últimamente en Barcelona al cuestionarse su legalidad y competencia desleal al sector hotelero. Y es que han sido muchos los factores que han alimentado este conflicto abierto entre una nueva forma de consumo turístico a través de la red y los alojamientos tradicionales.
El pasado verano la Generalitat multó con 30.000 euros a Airbnb por ofertar en su página web apartamentos turísticos sin licencia. Ahora, apenas un año después, el gobierno catalán permitirá que los ciudadanos alquilen habitaciones de su vivienda habitual a viajeros, a cambio de recaudar la tasa a la que están sujetos el resto de establecimientos. Porque una cosa es el alquiler de un piso completo para turistas, para lo que se requiere tener una licencia, y la otra, el alquiler de una habitación para turistas en el piso de un particular.
¿Cómo lo harán?
Lo harán mediante un proyecto de decreto que pretende regular esa oferta del mismo modo que ya lo han hecho ciudades como Ámsterdam o San Francisco. El objetivo es no fomentar la economía sumergida y evitar que el consumidor de este tipo de alojamiento quede desamparado y tenga un marco legal al que acogerse para reclamar.
De esta forma, Cataluña se convierte en la primera Comunidad Autónoma que regula esta actividad, que irrumpió con fuerza gracias a un limbo legal y que ya parece imparable.
¿Cómo se gestionará?
Los particulares podrán alojar a turistas en sus viviendas habituales, por estancias que no duren más de 31 días. Además, solo podrán alquilar las habitaciones durante cuatro meses al año, que no necesariamente tienen que ser consecutivos. Los propietarios, pero, tienen más condiciones:
- Deberán de estar empadronados en la vivienda que se alquila
- No podrán albergar a más personas que las previstas por la cédula de habitabilidad
- Solo se podrá prestar el servicio de desayuno, como el famoso “Bed & Brekfast”
- Con esta modalidad, no se puede alquilar la totalidad del piso en Girona, si no que el dueño deberá seguir viviendo en el inmueble durante la estancia de sus clientes. Si se detecta que el propietario no vive con el turista, podría ser multado con hasta 3.000 euros.
Los Ayuntamientos, por su parte, podrán decidir mediante sus ordenanzas municipales en qué áreas de la ciudad se autoriza o prohíbe la actividad. La idea es evitar zonas sobrepobladas de turistas, que generen conflictos con los vecinos como ha ocurrido en el barrio de la Barceloneta, en Barcelona.
¿Qué te parece la decisión de la Generalitat? ¿Te planteas alquilar habitaciones en tu piso en Tarragona?
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