Las ciudades recogen a la mayoría de la población, y deben cambiar para poder afrontar el futuro. Para ello, están evolucionando hacia la llamada smart city. Ésta es una ciudad inteligente, o lo que es lo mismo, que está a la vanguardia en innovación, arquitectura, tecnología y sostenibilidad, así como en la creación de empresas competitivas que sigan estos criterios. Desde Api.cat te contamos más sobre las ciudades inteligentes de hoy.
Comprometidas con el entorno, ponen el principal punto de mira en el tema ambiental. Apuestan por las energías renovables, procurando minimizar el gasto energético, mejorar la gestión de los residuos, y rebajar la contaminación física, química, lumínica y electromagnética.
Utilizan los más modernos medios para mejorar los servicios urbanos a mayor bienestar del ciudadano, a quien hacen destinatario y partícipe. También se persigue insistentemente eliminar las emisiones de dióxido de carbono.
Se busca que el ciudadano participe activamente en la colectividad, y que asuma para sí mismo y para su hogar las mismas directrices de la ciudad. Convierte a sus habitantes en unos nuevos más respetuosos con el entorno, activos con la comunidad e interlocutores con las instituciones. Se generan aplicaciones móviles para acercar los servicios al usuario, y permitirle interaccionar.
Ofrecen desde la administración una gestión limpia, transparente y colaboradora. Desde el punto de vista de la economía, se busca también facilitar la creación y ubicación de empresas punteras, con tecnologías sostenibles y que generen empleo, proporcionando crecimiento y competitividad a la ciudad y, por qué no, llevarla a un liderazgo de gestión innovador.
A la vez que del medio y de la economía, se preocupa de innovar y mejorar sectores como la educación y la sanidad. En el campo del transporte urbano, se procura que sea accesible, limpio y descongestionado, ayudándose de adelantos tecnológicos como los que hacen que en cualquier momento se pueda saber el tiempo de espera y duración del transporte. También se potencian los transportes ecológicos, como las bicicletas y los automóviles eléctricos.
La arquitectura se pone al servicio del ciudadano, con edificios sostenibles, de fachadas y techos verdes, que aprovechan los elementos para una climatización autónoma, económica y ecológica. Son accesibles y por encima de la estética ponderan el servicio al habitante. Si tienes alquilado un piso en Barcelona en uno de estos edificios, probablemente agua, luz y aire estarán tecnológicamente adaptados para que te den el máximo confort con el mínimo consumo energético, gasto económico y contaminación.
Se cuidan con mimo las telecomunicaciones, y las redes de telefonía y wifi. El alumbrado es un punto también decisivo: se trata de iluminar más, por menos coste, eliminando la contaminación lumínica y sin materiales contaminantes. Otros objetivos importantísimos son la gestión responsable del agua, y aumentar la seguridad ciudadana.
Muchas ciudades se han ganado ya este calificativo en todo el mundo. Hay una challenge de ciudades inteligentes hecha por IBM, veamos las más representativas de cada continente:
En Africa: Durban y Johannesburgo.
En América: Bogotá, Boston, Curitiba, México DF, Montevideo, Nueva York, Río de Janeiro, San Francisco, Santiago, Seattle y Washington DC.
En Asia: Hong kong, Kobe, Seúl, Osaka, Singapur, Songdo y Tokio.
En Australia: Auckland, Melbourne, Perth y Sydney.
En Europa: Amsterdam, Berlín, Copenhague, Estocolmo, Frankfurt, Munich, París o Viena.
También en nuestro país las hay, y muy bien colocadas en el ranking europeo, como Barcelona, que ocupa el octavo lugar. Reci, la red de ciudades inteligentes españolas, agrupa casi 50, entre las que podríamos destacar, además de Madrid, a Sabadell, nombrada Capital de la innovación 2014. Entre muchos otros proyectos smart city, cuenta con un fantástico sistema de recogida de basuras neumático bajo el suelo. Si quieres disfrutar de estas ventajas, puedes comprar un duplex en Sabadell.
En otro orden de cosas, hay quien propone que este nuevo término de ciudad inteligente sea reemplazado por el de territorio inteligente, puesto que así englobará la principal premisa: que los ciudadanos sean los artífices, destinatarios y quienes en definitiva hagan de su urbe otra con más calidad de vida. ¿Tú qué opinas?
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