¿Estás remodelando tu casa de Gavà y no sabes cómo enfocar el cuarto lavadero? Desde Api.cat te damos ideas de cómo, dónde y qué materiales usar, para que crees un lugar funcional y agradable, en el que trabajar sea menos pesado.
Para ubicar la zona de lavado a veces aprovechamos algún rincón de la casa, como una esquina de la cocina, un hueco en el baño, el garaje, el sótano o una galería cubierta. Pero se trata de un espacio muy importante, puesto que pasamos en él hasta 8 horas semanales sólo dedicados a la colada. Si puedes, habilita una habitación específica y hazla agradable para tí. Además, convenientemente adecuado puede servir para otras tareas como tender, planchar, coser o almacenar.
Antes de crear tu cuarto de lavadora, haz una previsión de lo que quieres poner en él, priorizando la facilidad de trabajo: el espacio debe permitir acceder a todo, y estar muy organizado. Necesitarás lavadora y secadora, colocadas en torre, alineadas bajo una encimera o tras una puerta de rejilla. Instalar un lavadero de porcelana es muy útil para lavar a mano, desmanchar, llenar cubos, etc, y sobre él se pueden colgar cosas que goteen. No necesitas mucho espacio, un lavadero Roca, por ejemplo, sólo precisa 39 cm.
Piensa también en contenedores para ropa sucia, si es posible varios para ir separando las prendas. También armarios y percheros para la ropa limpia, cajones y baldas para utensilios y productos de lavado, etc. Si puedes coloca una mesa, mejor móvil, si no plegable o abatible. No olvides colocar una papelera o cubo de basura, evitarás innecesarios viajes a la cocina. Es muy útil un asiento, mejor un taburete alto o una silla de plancha.
Aunque tengas secadora, hay piezas que necesitarás tender, qué mejor que allí mismo. Planchar en el mismo sitio en que recoges la colada es lo más cómodo, y no creas que la tabla tiene que ser aburrida o fea: hay fundas preciosas, y tablas de diseño futurista que a la vez son mesa y además sirven para doblar la ropa, coser o tomarte un café mientras esperas que termine alguna máquina.
¿Qué más cómodo que recoger la ropa, revisarla y poder repasarla allí mismo? Con poco más que una mesa con cajones o un estante para la máquina de coser y los hilos, habilita tu rincón de costura. Si tienes sitio suficiente úsalo también de almacén, por ejemplo de útiles de limpieza o de ropa y zapatos no de temporada en altillos de armarios, pero siempre sin acumular trastos que nos hagan trabajar a disgusto.
Adecua la luz a cada zona: un foco central genera muchas sombras, añade linestras y puntos de luz concretos, por ejemplo un flexo para coser. Si tu lavadero tiene luz natural, procura que las cortinas te permitan ver el paisaje, está demostrado que mejora el estado de ánimo, al igual que lo hacen las plantas. En caso de que sea interior, usa bombillas tipo luz de día, es mejor y te permitirá tener también alguna maceta. Si te sobra pared puedes simular una ventana con un vinilo o póster para evitar la sensación de claustrofobia.
Con respecto a los materiales, que sean resistentes a la humedad y de fácil mantenimiento. Las maderas sin poro, las puertas no herméticas, mejor de rejilla. Ideales los azulejos y la pintura plástica en la pared. Escoge suelos antideslizantes, de gres, piedra o vinilo como opción más económica. Las encimeras deben ser lisas y resistentes, de porcelana, granito o sintéticos como silestone o corian, del que incluso pueden hacerte la pila de lavadero a tu gusto. Olvida el mármol, es poroso y los productos químicos penetran en él dejando cercos.
Si dispones de poco espacio, cuelga la tabla de planchar y todo lo que puedas de la pared para que te quede más espacio libre. Cambia puertas por cortinas, y píntalo de colores claros. Elige una lavadora-secadora y ahórrate una máquina. Usa tendederos que puedas esconder, apartar o plegar, consulta nuestra entrada “Pisos sin tendedero exterior: soluciones” para más ideas. Elimina todo lo no imprescindible.
Tanto grande como pequeño, en cualquier caso la decoración debe ser cuidada: que sea agradable para el trabajo, alegre sin ser estridente. Coloca algún cuadro, textiles coordinados, cestas de mimbre para la ropa y contenedores de plástico con estilo para los productos químicos y las cosas húmedas. Haz tu lavadero lo más elegante posible para sentirte en él igual de bien que en resto de la vivienda.
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