Estás a punto de cambiar tu piso de Santa Perpetua de Mogoda por una casa nueva? En la escala de motivos de estrés, mudarse ocupa un lugar importante, así que debemos prepararnos para afrontarlo. No sólo va a afectarnos a nosotros, también al resto de la familia, niños incluidos. Hasta las mascotas sufrirán su dosis de estrés, sobretodo los gatos, más territoriales. Te damos consejos sobre cómo superar la ansiedad de la mudanza.
Tomémonos tiempo, mejor retrasarlo unos días que querer apresurarse, añadiríamos un extra de agobio innecesario. El estado físico será un componente importante, y debemos estar relajados y con fuerzas, la prueba es dura. En el caso de que el traslado no sea deseado sino forzoso, busquemos los aspectos positivos y mantengamos una actitud optimista, eso hará el trabajo más llevadero. No debemos tener miedo al cambio, siempre es una oportunidad para mejorar, aprovechemos para adoptar mejores hábitos.
La previsión y la organización serán nuestros aliados. Cuando la mudanza está en marcha nos vemos obligados a tomar muchas decisiones, que no son habituales ni tenemos mucho tiempo para resolver, eso nos genera un gran estrés. Evitémoslo haciendo un plan previo en el que se tengan en cuenta todas las fases del proceso, ocio y descanso incluídos. El plan debe recoger también la fase de instalación en el nuevo hogar.
Hay que prepararse mental y emocionalmente. Dejaremos atrás recuerdos, gente y entorno, nuestra rutina actual se verá alterada, y sufriremos desorden al empaquetar y desembalar después. Unos minutos de relajación o meditación al empezar y al terminar la jornada ayudarán mucho. La ruptura de la rutina no deber hacer que nos saltemos comidas ni horas de sueño. Llevar encima una libreta o un móvil donde tomar notas de imprevistos, nos ayudará a no tener en la cabeza datos innecesarios. Convendrá también despedirnos de los vecinos.
Nuestro mejor amigo será el contenedor de basura. Cuando revisemos cada habitación encontraremos regalos, recuerdos, objetos que compramos por si un dia… y ese día no llegó. Practiquemos la teoría del desapego, y deshagámonos de todo aquello que no es imprescindible. No sólo mejorará la mudanza sino también la nueva vivienda, incluso seremos más felices con menos lastre. Si nos deshacemos de cosas de algún valor, mejor acudir a organizaciones benéficas, serà la guinda del proceso.
Evidentemente, si tratamos de hacer el transporte por nuestra cuenta puede que ahorremos dinero, pero resultará mucho más difícil. Contar con profesionales especializados hará que descarguemos gran parte de las preocupaciones y el trabajo, y reservaremos nuestras fuerzas para asentarnos en la nueva casa.
Con respecto a los niños, hay dos buenas opciones: o bien los dejamos unos días con algún familiar, o les hacemos participar simbólicamente para que no se sientan un estorbo en un proceso que no entiendan. Tras explicarles de qué va, y que se trata de algo bueno, puede ser oportuno enseñarles previamente la casa nueva haciendo en ella algo que les guste, un picnic en el salón vacío, o jugar corriendo por toda la casa. Luego les podemos hacer embalar algunos juguetes para que se sientan útiles e integrados.
Si has seguido estos pasos llegarás a tu nueva casa en Sant Andreu de la Barca en las mejores condiciones de ánimo. ¡A disfrutarla!
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