Volvemos a consultar los datos para conocer con un poco más de profundidad la situación actual de la economía española y, en particular, del sector inmobiliario. Datos, que no sólo aportan información sobre un momento concreto, sino que sirven para estimar la tendencia que a corto y medio plazo podemos esperar del comportamiento de los agentes que intervienen en este ámbito. En esta ocasión, desde Api.cat queremos poner la atención en el descenso de la deuda de las familias y el aumento de la deuda hipotecaria.
La deuda familiar baja
El pasado mes de septiembre la deuda familiar cayó por tercer mes consecutivo y se situó en 757.305 millones de euros, la cifra más baja desde octubre de 2006. Así se desprende de los datos aportados por el banco de España.
¿Qué podemos deducir a partir de este dato? En primer lugar, del hecho de que las familias españolas estén en proceso de desendeudamiento no se puede extraer directamente la idea de que estén liquidando sus deudas. En realidad, la población tiene menos posibilidades de contratar préstamos porque no tiene acceso a ellos, ya que no ofrecen garantías suficientes a los bancos y además, estos todavía ponen demasiadas trabas para conseguirlos. Cuando decimos préstamos, nos referimos a todo tipo de créditos, tanto personales, como al consumo.
Veamos cómo los datos aportados por el Banco de España corroboran esta idea. El descenso de septiembre respecto al mes anterior se explica por la caída de los créditos al consumo, hasta los 162.444 millones de euros (-0,77%), dado que, por primera vez desde noviembre de 2013, la deuda hipotecaria de las familias creció en 23 millones de euros, hasta los 594.861 millones.
La deuda hipotecaria crece
En términos interanuales, los créditos al consumo descendieron un 8,2% respecto a septiembre de 2013, mientras que los créditos hipotecarios bajaron un 3,5%. A pesar de esta caída de la inversión en vivienda a lo largo de la crisis, el importe que las familias destinan a su hogar sigue ocupando la mayor parte de su endeudamiento, ya que supone el 78,5% del mismo.
Vemos cómo los créditos hipotecarios bajaron un 3,5%, pero el conjunto de la deuda hipotecaria creció en 23 millones de euros alcanzando los 594.861 millones de euros. En otras palabras, el número de créditos concedidos por la banca ha descendido respecto al año pasado pero la cifra de la deuda hipotecaria está aumentando en los últimos meses, lo que significa que el sector inmobiliario está cambiando de signo y, al menos, parece que se mueve hacia la recuperación.
Otro dato que no podemos perder de vista es el del porcentaje de los ingresos que las familias destinan al hogar, situado en el 78,5%. Un porcentaje que con casi total seguridad ha crecido no porque gasten más, sino porque sus ingresos se han visto mermados. La crisis no sólo ha traído consigo desempleo, también ha propiciado la aparición de trabajos con unos sueldos decididamente insuficientes para afrontar los gastos de un hogar.
En definitiva, una deuda familiar que baja sería una buena noticia si fuera acompañada de un aumento del consumo, cosa que no está ocurriendo. Y, una deuda hipotecaria que aumenta, puede significar que se están concediendo más créditos o que los que se conceden son por cantidades mayores.
Con estas reflexiones queremos hacer hincapié en que es importante conocer los datos para estar al día del sector que nos ocupa, pero que todavía lo es más, cuestionarlos, analizarlos e intentar llegar a algunas conclusiones.
¿Crees que es importante para el trabajo de un agente de la propiedad conocer la actualidad económica?
Foto: Pinterest
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