Vender una vivienda por vez primera es un proceso difícil, no sólo por el actual estado del mercado, sino porque es algo en lo que interfieren muchas variables. En nuestro artículo El Marketing antes de la venta te contábamos qué hacer para prepararte, pero ahora vamos a contarte, además, qué errores no debes cometer al iniciar la venta de tu vivienda.
.- Sobrevalor tu vivienda: Esto es lo primero y fundamental. Debes ser objetivo, no te dejes llevar por la ambición ni por el sentimentalismo, para el comprador no hay valor emocional añadido. En un mercado con tantísima oferta, desviarte del precio es un error tan garrafal que te dejará en la cuneta. Consulta bien la oferta que te hace la competencia, y si puedes, sitúate en la banda baja.
.- No querer negociar: la inflexibilidad puede llevarte al desastre. La coyuntura actual hace que la negociación sea casi imprescindible, pondera las ofertas. Si son demasiado bajas, haz tú una contraoferta.
.- Olvidar gastos de la venta de la vivienda: Aunque la mayoría de los gastos de la operación son a cargo del nuevo propietario, tu tienes que pagar la plusvalía, la cancelación de la hipoteca (la penalización por cancelación en su caso), o cualquier deuda registral, impositiva, de comunidad, de suministros, etc. que haya hasta la fecha de venta.
.- Hacer una previsión demasiado optimista del tiempo: si piensas vender tu casa y cobrar en un plis plas, estás recreando el cuento de la lechera. No sólo puedes tardar en cobrar, sino que a la vez no dejarás de pagar los gastos de tu actual domicilio hasta que se formalice notarialmente la venta, así que… cuidado con entramparse con la nueva vivienda.
.- Escoger mal la época de salida al mercado: El período de mayor interés en la venta de viviendas de segunda mano es el de su aparición en el mercado. Evita fechas en las que la gente esté ausente o interesada en otras cosas, como Navidad, Semana Santa, etc.
.- Mentir en la publicidad: ¿Crees que alguien comprará tu piso si descubre que está tratando con un mentiroso? Si dices que tu casa de Barcelona tiene 10 años de antigüedad y 180 m2 útiles, y cuando los compradores te piden las escrituras comprueban que tiene 150 y la compraste hace 15 años, puedes apostar a que huirán a toda velocidad. Lo mismo ocurrirá si les ocultas pegas, como una carísima comunidad de vecinos, o un fallo estructural como la aluminosis, que podría llegar a invalidar el contrato.
.- Ahorrar en medios: No pintar ese pasillo blanco que el tiempo y tus hijos han dejado de ”tutti colori”, un césped sin segar, un grifo que gotea… Seguro que el posible visitante tiene en su lista muchos otros pisos “impecables”.
.- Ser confiado: ¿Quien te dice que el interesado que te pide visitar tu casa y a quien le cuentas que el sábado no es posible porque no estarás, no es un amigo de lo ajeno que precisamente quiere “venir” cuando tú no estés? O que mientras le muestras la cocina a la “señora” ¿su acompañante no te desvalijará el despacho? Usa la prudencia y el control.
.- No involucrar a toda la familia: Viene una visita y los niños no sólo han desordenado el salón sino que se están peleando y chillando mientras tú tratas de explicar las ventajas de la bomba de calor. Fracaso seguro. Conviene que todos colaboren.
.- Ser cómodo: Si tienes que retrasar tu cena o aplazar una salida por atender una visita, hazlo. Cualquier oportunidad debe ser aprovechada al máximo. Dedica el tiempo necesario a comprobar cómo evoluciona la oferta que te rodea, y a hacer el seguimiento de tu publicidad: renovar anuncios, responder a redes, etc.
.- Encargar la operación a alguien inadecuado: si todo lo anterior es demasiado para tí o no vives en la finca, no lo dejes en malas manos. Uno de los peores errores en la venta de un piso es encargárselo a un amigo, el portero o algún intermediario no cualificado. La mejor elección es un agente de la propiedad inmobiliaria, puedes elegirlo en Api.cat. El Api es quien mejor conoce el mercado, los trámites y los intríngulis de este proceso tan complejo e importante. Confía en él.
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