Hace algo más de seis años, exactamente el 12 de enero de 2010 la tierra tembló bajo el suelo de Haití y más de 350.000 personas perdieron la vida bajo los escombros de sus viviendas. Una tragedia que nadie olvida y que difícilmente hubiera ocurrido en tierras niponas. Y es que, las casas japonesas cada año resisten impertérritas todos los temblores, tifones y aludes que amenazan la verticalidad de sus viviendas.
Veamos cuáles son las claves de la envidiable seguridad de las casas niponas ante la imponente fuerza de la naturaleza.
Ante todo, flexibilidad
Durante un terremoto, los edificios sufren una deformación y parece que vibren al ritmo de la aceleración sísmica. Por eso, según los expertos, en un edificio, todo lo que no sea rígido ha de poder deformarse o vibrar, y todo lo que sea rígido, ha de poder desplazarse para no romperse.
Teoría que siguen a pies juntillas los japoneses, quienes debido a su tradición sísmica saben que con el bambú y con papel de arroz se pueden construir estructuras flexibles y articuladas que funcionan excelentemente en caso de seísmos.
Diseño simétrico
Además de los materiales empleados, el diseño de los edificios también es fundamental a la hora de evitar el derrumbe de los edificios. Así, construir edificios con un diseño lo más simétrico posible hará que el inmueble se comporte como un todo ante las vibraciones, resistiéndolas mejor.
Distribución del peso
Haz la prueba con una construcción de Lego. Una torre con una base amplia aguanta mucho mejor los vaivenes que otra más estrecha, ¿verdad? Pues, lo mismo ocurre a gran escala. La distribución vertical del peso es otro de los factores determinantes a la hora de garantizar la máxima seguridad ante los movimientos sísmicos. Cuando se construye un bloque de viviendas, se procura que los pisos inferiores sean los que soporten la mayor carga. Y, como veíamos con el ejemplo anterior, cuanto más amplia sea la base del edificio, mejor resistirá los embates del seísmo.
Evitar el efecto dominó
Con el fin de evitar que el edificio tiemble tanto que toque al de al lado o que caiga sobre otro y provoque un “efecto dominó”, en Japón es obligatorio dejar espacios libres entre las medianeras.
Y España, ¿está preparada para aguantar terremotos?
Desde 1994 en España se aplica la normativa anti-terremotos que asegura que las viviendas construidas a partir de este año sean completamente resistentes a las sacudidas de tierra. Sin embargo, lo que esta reglamentación no puede evitar es que se vean afectados los edificios fechados con anterioridad. El último ejemplo lo tenemos en suelo murciano, cuando el 11 de mayo de 2011, tras el terremoto de nivel VII ocurrido en Lorca, el 5% de los edificios sufrieron un daño estructural grave y el 13% moderado.
¿Es tu ciudad una zona sísmica? ¿El edificio donde vives está preparado para un terremoto?
Foto: Eurowon.com