Estás a punto de firmar una hipoteca con el banco. Has calculado cuánto tiempo necesitarás para devolver el préstamo y también cuánto vas a pagar en cada cuota mensual. Sabes, además, que la entidad te cobrará unos intereses por prestarte ese dinero. ¿Tienes claro también cómo se distribuirá el dinero que devuelvas cada mes?
Ya te explicamos que la cuota mensual de la hipoteca se calcula a partir de tres factores: importe del préstamo, plazo de devolución e intereses. Al pagar esas cuotas, lo que estás haciendo es amortizar el préstamo.
El dinero que aportas a cada cuota mensual tiene dos finalidades:
- amortizar: una parte de la cuota se destina a reintegrar el dinero que la entidad bancaria te ha prestado.
- cubrir intereses: otra parte sirve para pagar el precio que el banco te cobra por dejarte ese dinero.
Pero, ¿qué porcentaje de la cuota corresponde al dinero prestado y cuál a los intereses? Eso variará en función del sistema de amortización que hayas pactado con el banco. Y dependerá también del tiempo que tengas previsto tardar en devolver el préstamo: cuantos más años le dediques, mayores podrán ser los intereses. Ten en cuenta, además, que las cuotas que pagues durante los primeros años incluirán un porcentaje más alto de intereses.
Si solicitas una hipoteca para comprarte un piso en Molins de Rei o una casa en Igualada, seguramente te ofrecerán un sistema de amortización llamado de cuota constante. Según la Guía de acceso al préstamo hipotecario del Banco de España s el más habitual en España. Como su nombre indica, este sistema asegura que pagarás el mismo importe en todas las cuotas durante el tiempo que dure la devolución del préstamo.
Claro que las condiciones variarán en función del tipo de interés asociado al préstamo:
- si es un tipo de interés fijo, la cuota será verdaderamente constante.
- si es un tipo de interés variable (lo más habitual), la cuota se mantendrá constante en cada período de tipo de interés, pero podría variar cuando toque hacer la revisión del índice de referencia.
Puede que el banco te ofrezca un sistema de amortización diferente. Si es así, asegúrate de informarte debidamente sobre sus condiciones: un sistema que te permita pagar menos mensualmente al principio puede suponer que tengas que abonar cuotas elevadas más adelante. En ese caso, deberías tener claro si serás capaz de asumir el importe de las cuotas teniendo en cuenta no sólo ese incremento, sino también una posible subida de los índices de referencia si el tipo de interés que te corresponde es variable.
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