El plomo es un metal que, en el pasado, se utilizó ampliamente como material de fontanería, en tejados y construcción de ventanas. Pero hoy por hoy está prohibido porque es tóxico y contamina aire, tierra y agua cuando se corroe. Lo que, evidentemente, también supone un peligro para la salud de las personas. Te contamos más detalles en las noticias inmobiliarias de Api.cat
Aproximadamente hasta los años 70, era muy común utilizar tuberías de plomo en la fontanería de las viviendas y en las acometida que llevaban el agua desde las instalaciones públicas a los hogares. A partir de los ‘80, las tuberías de hierro y cobre fueron reemplazando a las de plomo en la mayoría de las zonas residenciales. No obstante, aún hay viviendas y edificios que conservan tuberías de plomo o aleaciones que contienen plomo, con el riesgo para la salud que esto supone. Por ejemplo, se calcula que en Madrid el 10% de las viviendas todavía tienen tuberías de plomo. Así que ya sabes, si buscas casas de alquiler en Barcelona, ¡pregunta por las tuberías!
¿Cómo puedo saber si las tuberías son de plomo?
El plomo es un metal gris mate, lo suficientemente blando como para rayarlo con una llave o un martillo. Si sospechas que las tuyas lo son, te damos algunas recomendaciones:
- Deja correr el agua un buen rato antes de usarla.
- No utilices el agua caliente del grifo para beber o cocinar.
- No la utilices para preparar biberones de los bebés.
¿Es una reforma obligatoria?
El Real Decreto 140/2003 de 7 de febrero, es la normativa que regula el agua de consumo humano en toda España. En esta ley se establecen los criterios sanitarios de la calidad que debe tener el agua para el consumo humano y en su art.20 se prohíbe explícitamente la presencia del plomo en aguas suministradas a través de una red de distribución pública o privada.
Sin embargo, si las tuberías están exclusivamente en una vivienda, el coste de la reforma depende de los propietarios. En caso de que las tuberías de plomo estén en la instalación del edificio, es decir, que afecta a todos los vecinos, la comunidad podría solicitar ayudas para la rehabilitación de edificios, aunque son subvenciones que generalmente dependen de cada comunidad autónoma.
Revestir las tuberías para evitar obras
Actualmente, existe en el mercado un método para restaurar las tuberías de plomo, cobre o hierro corroídas sin necesidad de hacer obras, sin ruido y sin tener que sufrir cortes en el suministro. Consiste en revestir el interior de las tuberías para impermeabilizarlas de la corrosión y prevenir fugas y filtración de contaminantes de plomo y/o cobre en el suministro.
Con maquinaria especial, primero se secan las tuberías utilizando aire caliente, luego se lijan y se limpia su interior para eliminar la acumulación de corrosión y oxidación. Finalmente, se aplica una capa de resina epoxi que crea la barrera de protección definitiva. Con este método, se puede ahorrar hasta un 40% de lo que costaría esta reforma con la obra y fontanería tradicional.