Hay quien lo describe como una “caja de cerillas”, pero nosotros preferimos llamarlo “bombonera”. Y es que, un piso pequeño no tiene por qué ser un problema. A veces, incluso, tiene sus ventajas. Algunas de ellas están relacionadas con la limpieza, el orden o la economía doméstica. Así que, si estas buscando piso de compra o alquiler en Barcelona, a priori, no descartes ninguna opción sin antes valorar las viviendas de menos de 40 metros cuadrados.
La limpieza no te llevará mucho tiempo
Aunque parece una de las ventajas más evidentes, no por eso vamos a dejar de mencionarla, ya que es una de las más útiles. Y es que, la falta de tiempo es una de las quejas más generalizadas en la actualidad. Así que, no pierdas de vista este primer beneficio.
Amueblarlo, cuesta muy poco
Probablemente, el piso (pequeño) que te ha mostrado tu agente inmobiliario tenga una sola habitación, aseo y un espacio compartido para el salón y la cocina. Esto significa que te ahorrarás bastante dinero, tanto en muebles como en decoración. Es una cuestión de espacio. Además, los que compres, tampoco serán muy grandes. Recuerda que no cuesta lo mismo, una mesa con dos sillas, que el conjunto de una mesa con cuatro o seis sillas.
El consumo en calefacción disminuye
Como te podrás imaginar, la factura en calefacción disminuye ostensiblemente cuando vives en un piso pequeño. No es lo mismo, subir la temperatura a un espacio con 80 o 90 metros cuadrados, que a otro con la mitad de superficie. Además, si a la reducción en el consumo energético le añades un buen aislamiento, definitivamente, tu bolsillo lo notará los próximos meses.
Agudiza la imaginación
Es cierto que la mayoría de ventajas de vivir en un piso pequeño están supeditadas a que será una vivienda para una sola persona, ya que, la cosa se complica si los moradores del inmueble pasan a ser una pareja. Si eso ocurre, el ingenio suele ser una herramienta útil e imprescindible. Y es que, en ese momento, hay que empezar a aprovechar el espacio tanto como sea posible. Para ello, te recomendamos los muebles multiuso. Especialmente recomendables son las camas que se pliegan y desaparecen durante el día, o las camas-canapé, que son aquellas en las que levantas el somier y cuentas con un valiosísimo espacio para guardar la ropa de cama, abrigos, mantas, bolsos… Y todos aquellos objetos voluminosos que no sabes donde guardar.
¡No más cenas multitudinarias!
Por último, y como se suele decir, no por ello, menos importante, la falta de espacio en tu casa, la convierte en un lugar descartado para las fiestas, cenas y comidas familiares o con amigos. Simplemente, no hay espacio suficiente. Esto no significa que tu vida social se vaya a ver reducida, es sólo que pasa a ser más íntima. Podríamos decir que ahora tus convocatorias son para reuniones en “petit comité”.
¿Se te ocurre alguna ventaja más de vivir en un piso pequeño? Si es así, ¿por qué no la compartes en el blog?
Foto: BIT Comunicación