La diferencia de precio entre la vivienda de protección oficial y la vivienda del mercado libre se ha reducido drásticamente con la crisis. Entonces, ¿sigue siendo ventajosa la vivienda protegida? ¡Veámoslo!
El sector inmobiliario ha sufrido muchos cambios en los últimos 6 años debido al impacto de la crisis económica. Recientemente hemos conocido un dato, cuanto menos, sorprendente: la vivienda protegida, quizás ya no vale tanto la pena.
Ya sabes, si estabas pensando en comprar un piso de protección oficial, por ejemplo en Terrassa, sigue leyendo.
El precio del metro cuadrado de la vivienda libre era de 2.085,5 euros en 2007, hasta 1.014,6 euros superior al de la vivienda protegida. Es decir, la vivienda libre duplicaba en precio a la protegida. Seis años más tarde, la caída de los precios de los pisos ha reducido esta diferencia hasta 364 euros al cierre de 2013. Si bien el módulo de vivienda protegida ha permanecido congelado en los últimos ejercicios, es una cifra demoledora.
Son datos del Ministerio de Fomento en los que se revelan datos insólitos como por ejemplo en Castilla la Mancha, donde el precio de la vivienda protegida es incluso 100€ más caro que el de la vivienda del mercado libre.
Las reformas del gobierno tampoco han ayudado. Mientras se iba produciendo este acercamiento de precios, el Gobierno suspendió en Ley de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler de Vivienda, de junio de 2013, las ayudas tanto a los préstamos hipotecarios para la compra de viviendas protegidas como a la promoción de estas viviendas en propiedad.
También en junio del 2013, el Gobierno incluyó en la Ley de Reforma del Alquiler la posibilidad de que las comunidades autónomas suspendieran la obligación de tener que reservar un porcentaje del suelo destinado a la construcción de vivienda protegida, en concreto era del 30% con carácter general, durante cuatro años, cuando existiese un porcentaje superior al 15% de viviendas protegidas en el planeamiento vigente y una evidente desproporción entre la reserva legalmente exigible y la demanda real.
Ante este panorama son muchos los agentes del sector que aseguran que la vivienda protegida ahora mismo no tiene mucho sentido para los compradores, que además ya no tienen ayudas públicas para facilitar el acceso, y, por tanto, tampoco para el promotor, al que ya tampoco se le subvenciona la construcción.
Ante la falta de ayudas, lo único que los especialistas ven como salida para las viviendas protegidas que ya están construidas es el alquiler o la bajada de precios, para volver a marcar distancia respecto a las viviendas libres.
Y es que según la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en España hay al menos 10.000 viviendas protegidas desocupadas en condiciones de ser habitadas de inmediato, que no encuentran comprador por la imposibilidad de encontrar financiación para ello o por que el posible comprador encuentra viviendas libres asequibles por el mismo precio.
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