Aunque vivir de alquiler es una opción cada vez más contemplada por los españoles, 21,2% según datos del 2014 de la agencia Eurostat, no está exenta de tener sus pros y contras. Vivir de alquiler es más flexible que la compra y óptimo para personas con movilidad profesional o que no quieren comprometerse con una hipoteca. Sin embargo, buscar tu piso de alquiler ideal en Barcelona, por ejemplo, puede ser una tarea más difícil de lo que piensas. Imagínate que una vez lo encuentras, aparecen “problemas” que te amargan el hallazgo… Hoy en Api.cat te contamos cuáles son los 5 principales quebraderos de cabeza de los inquilinos.
Tener vecinos molestos
Imagínate que has encontrado un piso que te encanta, bien ubicado, a buen precio, con todos los servicios que necesitas al lado… ¡Qué suerte! Haces la mudanza y llega la primera noche… sin dormir, porque tus vecinos han estado haciendo ruido hasta las tantas. Piensas que habrá sido puntual, pero se repite noche tras noche. Finalmente hablas con ellos y te prometen que tendrán más cuidado, pero nada… te lo dicen para quedar bien y luego, siguen a lo suyo.
En definitiva, encontrarse vecinos molestos, ruidosos o incívicos puede llegar a provocar que te vayas de tu piso de alquiler, o que empieces una lucha por la convivencia a través de la comunidad que te desgastará más que otra cosa. Nuestro consejo: antes de alquilar, pregunta qué tal son los vecinos y la convivencia en la escalera.
Sufrir problemas con la instalación eléctrica o con las tuberías
Especialmente en aquellas viviendas viejas en las que la propiedad no ha invertido nunca en mejoras ni pequeñas reformas, puede suceder que una vez te has instalado, empieces a tener problemas de fontanería o electricidad. Cosas que, obviamente, eran indetectables cuando visitaste el piso: que salten los plomos cada vez que enchufas dos electrodomésticos juntos, grifos que no van bien, poca presión de agua, tuberías viejas con cal o atascadas, etc. Según la LAU, el propietario tiene la obligación de mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad así que, si te encuentras con estos problemas, contacta con el propietario para gestionar las correspondientes reparaciones.
Ser víctima de una plaga de insectos
No es lo más común, pero con la llegada del calor puede pasar que te encuentres a nuevos inquilinos en tu casa: hormigas, cucarachas, chinches… Y no es una cuestión del grado de limpieza de tu piso, si no que los insectos pueden acceder por múltiples vías, por ejemplo las tuberías, y una vez instalados empezar a reproducirse hasta generarte una pequeña plaga. Puede ser incluso algo que está afectando a toda la ciudad o a determinados barrios.
Si realmente se convierte en una plaga que no se elimina con productos domésticos, contacta con el propietario de la vivienda porque, como en el caso anterior, tiene la obligación de mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad y tratándose de una plaga…
Que no te devuelvan la fianza en un plazo de tiempo razonable
Lamentablemente, se dan casos en los que el propietario se demora excesivamente en devolver la fianza a un inquilino que ha cumplido con su obligación de cuidar y entregar la vivienda en las mismas condiciones en las que entró. Aunque la LAU no establece un límite de tiempo, sí que dice que a partir de un mes de retraso, el inquilino podría reclamar intereses. Pero eso supondría iniciar un litigio que da mucha pereza… Lo óptimo es que tanto arrendador como arrendatario cumplan con sus derechos y obligaciones.
Foto: BIT Comunicació