Podemos decir que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y sus 8 años de resaca, ha habido un antes y un después en el sector de la construcción de viviendas. Sabemos de donde venimos y qué errores cometimos, pero ¿hacia dónde vamos? Para arrojar un poco de luz a esta cuestión hemos hablado con Pere González Nebreda; Arquitecto, API y actual Presidente de la Unión de Arquitectos Peritos y Forenses de España.
Sobre cómo estamos
“Desde un punto de vista cuantitativo, estamos ante un claro cambio de tendencia. El sector de la construcción de viviendas, que llevaba cayendo desde el 2008, está repuntando de manera significativa. Concretamente, un 14% respecto al octubre del 2014, tanto de proyectos como de obra iniciada”. Si bien es un crecimiento bajo, hay que tener en cuenta de donde venimos y por eso, los expertos lo consideran un dato positivo.
Y añade: “Hoy por hoy, el número de viviendas que se terminan es mayor que el numero de viviendas que se empiezan, fruto de construcciones que se habían paralizado durante la crisis y ahora se reactivan. Por eso, cabe pensar que la tendencia de crecimiento es más que probable”.
Hablando de precios
Respecto a los precios, González Nebreda apunta a un ligero incremento de los precios de la vivienda, mucho mayor en las nuevas que en las de segunda mano, por una cuestión de calidad y de costes de construcción: “No es un incremento real sino derivado de que, las viviendas que se construyen ahora, tienen una mejor calidad que las de antes. Para contextualizar, la mayoría de viviendas que quedaban en stock para vender a partir de 2008, son viviendas nuevas, porque no se han estrenado, pero viejas en el sentido de que no cumplen con la normativa ambiental y de eficiencia energética que sí cumplen las viviendas nuevas que se terminan ahora, fruto de nuevos proyectos”. En resumen, no es que la vivienda nueva de ahora sea más cara, sino que es mejor y más eficiente.
La demanda
Otra de las observaciones de González Nebreda es que existe una correlación entre el número de empleos y el número de viviendas ocupadas, de modo que se prevé que, a medida que crezca la tasa de empleo, aumente la demanda de vivienda. Aún así: “El mercado de la construcción aún está por debajo de lo que debería estar, su peso en el PIB (9,8%) tendría que ser algo mayor, pero aún estamos digiriendo esa brutalidad que fue la burbuja inmobiliaria.”
Otro factor que está ayudando a impulsar la demanda es el esfuerzo económico que tienen que hacer las familias para pagar una vivienda, aproximadamente el 32,3% de la renta, muy por debajo del esfuerzo requerido en 2008.
Por otro lado, la recuperación de la demanda no va al mismo ritmo en todos lados: “En ciudades como Barcelona, el stock de vivienda nueva ya se ha agotado, porque son ciudades que se mueven más rápido y donde ahora hay más demanda que oferta, por lo tanto se tendrá que construir vivienda nueva sí o sí, y los precios subirán. Cosa que aún no pasa en Tarragona o en Lleida, por ejemplo, donde aún hay un stock de viviendas importante”.
3 claves fundamentales para el futuro de la construcción
1. La actividad constructora más importante de ahora y del futuro no será la obra nueva sino la rehabilitación. “Nadie puede pretender ya que nuestras ciudades crezcan mucho más en extensión. Es la tendencia Europea y la que toca en España, se crece en calidad, en renovación urbana y en densidad. Por eso, el futuro de la construcción pasa por las rehabilitaciones integrales del parque de edificios viejos y obsoletos, integrando todos los componentes de confort y tecnología actuales.
2. Cambia la tipología de vivienda: “Las viviendas que se proyectan hoy son diferentes a las de hace 20 años. Se trata de viviendas mucho más abiertas, flexibles y versátiles, donde el clásico anuncio de “3 dormitorios, 1 baño y un aseo” se diluye. Las nuevas viviendas deben ser capaces de irse transformando a medida que cambian las necesidades de sus ocupantes.” Algo que nos recuerda a la filosofía del Open Building, del que te hemos hablado en api.cat
3. El coste de la energía impulsará un cambio de paradigma en la vivienda: “El precio y consumo de la electricidad en España es un despropósito en relación a lo que pasa en el resto de Europa. Tenemos la tecnología disponible para reducir el consumo energético en los hogares a mínimos, y además, por un coste adicional muy pequeño, que se amortiza a corto plazo. Por lo tanto, la sociedad lo demandará cada vez más, a pesar de las leyes que ahora lo impiden o dificultan, porque lo contrario es insostenible”, sentencia González Nebreda.