Tener mano izquierda es fundamental en ciertas profesiones. Y, entre ellas, sin duda, está la de agente inmobiliario. Saber qué decir, además de la forma y el momento de hacerlo, puede llegar a constituir la diferencia entre cerrar un buen acuerdo o llevar la negociación a un callejón sin salida. En las noticias inmobiliarias compartimos esta idea y para profundizar un poco más, te mostramos los tres tipos de negociador que los expertos suelen distinguir: El persuasivo, el agresivo y flexible. Y tú, ¿con cuál de ellos te identificas?
El negociador persuasivo
Las cualidades de este tipo de persona son las ideales para obtener los mejores resultados. En general, el negociador persuasivo buscará soluciones integradoras. Y, ¿cómo lo hace? Bien, veamos algunas de las características que definen su conducta:
- Es un buen comunicador.
- Escucha con atención a su interlocutor.
- Tiene una mente abierta a todo tipo de propuestas.
- Ha desarrollado un elevado grado de empatía.
- Suele ser un gran innovador.
- No se deja influenciar por la impresiones personales y aplica la lógica en sus decisiones.
- Se prepara la negociación previamente con una estrategia pensada y rigurosa.
Cuando las partes de una reunión aportan algunos de estos elementos y conceptos, (empatía, estrategia, paciencia…), sin duda, las posibilidades de llegar a un buen acuerdo aumentan ostensiblemente. ¡Ah! La buena noticia es que si no crees que tu perfil responda a este tipo de persona, pero quieres adquirir y desarrollar sus características, siempre estás a tiempo de modelar tus capacidades a base de esfuerzo y entrenamiento.
El negociador agresivo
En el extremo opuesto, encontraríamos el negociador más radical e intransigente. Este tipo de persona no sabe adaptarse a los vaivenes de una negociación y es fácil que eche a perder todo el proceso. No suele encargarse de conducir una negociación completa, más bien, se las “utiliza” como una especie de arma secreta de la que se echa mano en casos desesperados. Sin embargo, lo cierto es que hay ocasiones en que su postura inflexible puede resultar una baza útil para frenar los avances del adversario, e incluso, derrotarlo.
El negociador flexible
Podría decirse que este tipo de negociador está a medio camino entre el agresivo y el persuasivo. Suelen desarrollar un difícil equilibrio que proporciona ciertas garantías de éxito entre las partes.
¿Consideras que eres un negociador agresivo, flexible o persuasivo? Cuéntanos. Nos encantaría conocer tu opinión.