En anterior posts, desde Api.cat te hemos comentado las funciones del agente inmobiliario y porque es necesario que lo contrates para que intermedie en las operaciones de compraventa o alquiler de inmuebles. Ahora, queremos analizar si el agente inmobiliario se posiciona como comprador o como vendedor. Aunque cada profesional escoge su estrategia, intentaremos aclarar que implica elegir cada una.
¿Inmuebles o clientes en exclusiva?
- La crisis inmobiliaria ha servido para depurar y profesionalizar el oficio. Ahora, los agentes inmobiliarios que buscan vender tu piso de Manresa son profesionales que no solo realizan transacciones con inmuebles, sino que intermedian y asesoran sobre normativa, tasas o certificados.
- Pero, ¿para quién trabaja realmente el agente inmobiliario? ¿Su cliente es el comprador o el vendedor? Podrías pensar que el vendedor del inmueble es el que paga los honorarios y por eso es el cliente. Es un análisis posible, pero también es cierto que en los últimos años, en el sector inmobiliario la oferta supera a la demanda. Por eso, conviene que también te orientes hacia el comprador.
Servicio orientado al cliente
- Independientemente de que se posicione como comprador o como vendedor, tu agente inmobiliario debe ser una persona que te acompañe y te oriente en el proceso de compraventa o intermediación inmobiliaria. El agente, sea comprador o vendedor, debe anteponer sus intereses a los tuyos.
- Un agente inmobiliario debe presentarte siempre un plan de marketing, en el que te detalle cómo promocionará y presentará tu inmueble para que llegue al mayor número posible de personas. Sea un comprador o vendedor, el plan de marketing diferencia al agente inmobiliario y actúa como carta de presentación.
El verdadero cliente
Con estas observaciones, seguimos preguntándonos ¿quién es el verdadero cliente? ¿el comprador o el vendedor? Podríamos decir que el agente inmobiliario tiene una doble personalidad: representa al vendedor, con el que firma un contrato de venta o intermediación, y al comprador, ya que en muchas ocasiones es la única referencia profesional que tiene la persona que compra una vivienda.
Como consecuencia de esta ambivalencia, el agente inmobiliario debe velar por los intereses del comprador y del vendedor, ser muy cuidadoso con la confidencialidad de la información que maneja y buscar el acuerdo más positivo posible. En ningún caso, el profesional ha de olvidar con quién ha firmado el contrato de venta y debe conocer y respetar las obligaciones y cláusulas que incluye.
¿Te ha parecido interesante el artículo? Cuéntanos como crees que se debe posicionar el agente inmobiliario, ¿cómo comprador o vendedor? Envíanos tu comentario.
Foto: Inmobiliaria Profesional