El barrio Gótico es, probablemente, el entramado de calles con más encanto, historia, movimiento de turistas y contradicciones de la Barcelona actual. Entre su patrimonio arquitectónico hay grandes monumentos como la Catedral, el Palacio Episcopal o la novelada Basílica Santa María del Mar. Sin embargo, el Gótico esconde otros rincones mágicos que pasan más desapercibidos. Te mostramos 5 en las noticias inmobiliarias de Api.cat
La Plaza de Sant Felip Neri
Misteriosa, calmada y algo decadente, esta plaza es todo un icono del barrio Gótico para los barceloneses/as autóctonos y punto de visita de algunos turistas que van más allá del circuito principal. Lleva el nombre de la iglesia barroca de Sant Felip Neri que preside la plaza, en medio de la cual se encuentra una pequeña y encantadora fuente. La iglesia también tiene memoria: en su muro se ven las cicatrices de la metralla de las bombas franquistas de la Guerra Civil, que el 30 de enero del 1938 causaron 42 muertos, todos ellos refugiados en los sótanos de la parroquia.

La Plaza de Sant Felip Neri
El Claustro de la Parroquia de Santa Anna
Al lado del bullicio consumista del Portal de l’Àngel, en la calle de Santa Anna número 29, se halla una pequeña iglesia cuyo exterior no llama especialmente la atención, pero que en su interior esconde un precioso claustro gótico. Tiene una planta rectangular y dos pisos; el inferior se conserva íntegro, mientras que el superior ha sido muy restaurado. Lo que más cautiva del claustro es su silencio, ya que aún estando en pleno centro de Barcelona, parece que te adentras a otro mundo y a otra época.

Claustro de la Parroquia de Santa Anna
La iglesia de los santos Just y Pastor
Se dice que es la iglesia más antigua de Barcelona, aunque hay discrepancias y no se sabe a ciencia cierta. No obstante, recientes descubrimientos arqueológicos apuntan que podría haber sido lugar de culto cristiano desde el siglo IV. Lo que sí que está claro es que se encuentra en uno de los rincones con más encanto y más desconocidos del Barrio Gótico: en la Plaza de Sant Just, escondida entre algunas de las calles más antiguas de la ciudad antigua, y al lado de la Plaza de Sant Jaume.

La iglesia de los santos Just y Pastor
El patio El Vergel del Museo Frederic Marès
Al lado de la Catedral, se encuentra el Museu Frederic Marès, cuyo edificio forma parte del antiguo Palacio Real de los condes de Barcelona. Dentro, hay un precioso patio de naranjos, conocido como El Vergel del Palacio Real Mayor de los Condes de Barcelona. El patio está rodeado de arcos de piedra y en él, se respira un ambiente muy agradable. Durante la Edad Media, era el jardín de los Condes de Barcelona. Hoy, hace de antesala del Museo, al que se accede por la Plaza de Sant Iu, otro rincón del Gótico en el que vale la pena pararse.

Patio El Vergel del Museo Frederic Marès
Las cuatro columnas del templo romano de Augusto
En la calle Paradís, escondidas dentro de un pequeño patio medieval donde hoy está la sede del Centre Excursionista de Catalunya, hay 4 columnas que pertenecieron al templo de Augusto. El templo presidía el Foro – la plaza central de la Barcino romana-, y estaba situado en el punto más elevado de la antigua ciudad: el monte Tàber. Cuatro columnas que soportan el paso de los siglos con mucha entereza: tienen más de dos mil años de historia, como Barcelona misma.

Columnas del templo romano de Augusto
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