
Fuggerei, el primer proyecto de vivienda social.
¿Te imaginas pagar por el alquiler de tu piso de Barcelona 0,88 euros? Suena bien, ¿verdad? Es algo así como que te toque la lotería poco a poco. Pues hay quien no se lo tiene que imaginar. Son los inquilinos de las 70 casas de Fuggerei, una villa medieval en la ciudad de Augsburgo, en Baviera (Alemania). ¿Conoces la historia que hay detrás del que seguramente sea el primer proyecto de vivienda social de la historia? En las noticias inmobiliarias de Api.cat te contamos el origen de esta villa que aún está habitada.
Un hombre rico con corazón
Fuggerei debe su nombre a uno de los hombres más adinerados y poderosos de la Europa del siglo XVI, Jakob Fugger. Conocido como “el rico”, Fugger fue un comerciante y banquero que construyó este complejo de viviendas que constaba de 52 casas. En él, los residentes actuales siguen pagando la misma renta que los que se instalaron en 1516, año de su fundación: 0,88 euros al año.
Ahora bien, no todo el mundo tenía ni tiene la posibilidad de formar parte de esta comunidad. Fugger estableció desde el primer momento unas condiciones para que sus inquilinos tuvieran acceso a la villa. Dichos requisitos siguen hoy día vigentes y son los siguientes:
- Ser católicos.
- Rezar tres veces al día (un Padrenuestro, un Ave María y un credo) por la familia Fugger.
- Tener más de 60 años.
- Haber vivido al menos dos años en Augsburgo.
- Haber caído en la indigencia sin deudas.
Unos inquilinos sin recursos (y con suerte)
A lo largo de todos estos años Fuggerei ha sido ampliado varias veces y cuenta con una iglesia, una fuente, un colegio e incluso un pequeño museo. Estas construcciones se han hecho siempre respetando el estilo de la época en que se levantó el complejo.
Hoy, cuenta con unas 70 casas que incluyen 150 apartamentos de entre 45 y 65 metros cuadrados, con cocina, recepción y dos habitaciones, y las viviendas que dan a la calle tienen incluso un pequeño jardín.
Una de las peculiaridades más llamativas de Fuggerei es que la villa está vallada y cierra sus puertas por la noche. Los residentes se turnan para vigilar las entradas y para multar a aquellos que aparecen más tarde de las 10 de la noche con unas sanciones que rondan entre los 50 céntimos y el euro dependiendo de la hora de llegada.
A pesar de las condiciones (que incluyen también realizar tareas para la comunidad como cuidar el jardín o en la iglesia), vivir en Fuggerei está muy solicitado y la lista de espera es de unos cuatro años.
¿Crees que en la actualidad sería posible poner en marcha este tipo de iniciativas sociales? Comparte tu opinión con nosotros.