
Vivir a 50 Km del trabajo
Vivir en una gran ciudad siempre ha sido más caro que hacerlo en su área metropolitana. Pero después del estallido de la burbuja inmobiliaria y el inicio de la crisis económica, las dificultades para residir en el centro se endurecieron mucho más. Sin embargo, ni vivir en pleno centro de Barcelona es perfecto, ni hacerlo en una población cercana a la capital catalana siempre es mejor. Ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes. En las noticias inmobiliarias de Api.cat te mostramos algunos de los aspectos más positivos de vivir en una ciudad pequeña y trabajar en otra más grande.
Desplazamientos aprovechados
Si tuviste que dejar tu piso de Barcelona para mudarte a una de sus poblaciones limítrofes y sigues trabajando en la ciudad condal, a buen seguro que pasas una media hora en tu coche o en un tren de cercanías. Esta circunstancia, que para muchos es vista como uno de los inconvenientes de vivir fuera de la ciudad, para otros es una ventaja. O, al menos, no es un problema. Y es que el tiempo que se tarda en desplazarse lo utilizan para leer, ver series o echar una cabezadita.
Otra cosa distinta es el dinero que nos cuesta ese desplazamiento. Ahí, el problema es evidente y la opinión, unánime. Piensa en el coste de la gasolina que utilizarás, el parking e incluso, en el desgaste del vehículo. Por otro lado, si escoges el transporte público, aunque es más económico, también te ocupará más tiempo, lo cual se traducirá en una notable reducción de las horas disponibles para compartir con tu familia o para dedicártelas a ti mismo.
Vivienda más asequible
No sólo las posibilidades de acceder a una vivienda se amplían, además, los metros de superficie disponibles también aumentan. Y es que normalmente, a medida que te alejas del centro de la ciudad, los pisos son más baratos y más grandes. Sin duda, una buena razón para optar por la vida en las afueras.
Comida y ocio más baratos
En una ciudad de las dimensiones de Madrid o Barcelona, no sólo el precio de la vivienda es más elevado que en las de tamaño medio, también la alimentación y el ocio tienen un coste superior. Así que, lo que te ahorras en la cesta de la compra cuando vives en una ciudad pequeña, compensa el gasto extra que supone el desplazamiento diario en coche o transporte público para ir a trabajar.
Una vida más sencilla
Si tienes niños o piensas tenerlos, la vida en un pueblo o en una ciudad pequeña sin duda te resultará más sencilla. Por ejemplo, encontrar una plaza para el colegio o que éste esté ubicado cerca de casa, probablemente no será complicado. Asímismo, los centros de salud y otros servicios públicos suelen gestionar con mayor agilidad cualquier trámite administrativo.
Las mascotas también viven mejor
Si te gusta convivir con una mascota, sin duda, la opción de residir en el área metropolitana de una gran ciudad es la más acertada. Con esto no queremos decir que no se pueda cuidar de un perro en el centro de una gran ciudad pero, qué duda cabe de que los paseos serán mucho más agradables si dueño y mascota lo hacen por la montaña o a lo largo de un paseo marítimo.
En definitiva, si por razones económicas has tenido que dejar la gran ciudad, recuerda que en tu nuevo destino encontrarás muchas razones para quedarte y vivir feliz.
¿Prefieres el bullicio del centro de Madrid o Barcelona o la tranquilidad de las ciudades que hay a su alrededor? Comparte tu opinión.