
Vagón de tren convertido en vivienda
Cuando uno cree que lo ha visto todo (o casi todo), de pronto aparecen nuevas ideas que irrumpen en el panorama de las noticias inmobiliarias aportando propuestas frescas e innovadoras. En esta ocasión, desde Api.cat os queremos mostrar la iniciativa de la empresa Wagonstill, cuyo fundador Miguel Huidobro apuesta por las viviendas sostenibles y modulares a partir de vagones de tren en desuso.
Bueno, bonito, barato y… sostenible
Por alrededor de 40.000 euros es posible ser el flamante propietario de una casa-vagón perfectamente acondicionada con todas las comodidades que se encuentran habitualmente en cualquier hogar, pero con un estilo absolutamente único, rompedor y tremendamente original.
La demanda de este singular tipo de inmueble no se circunscribe al uso de vivienda, también están recibiendo peticiones para convertir los vagones en restaurantes, bares, tiendas e incluso, spas. Lo cierto es que puede acondicionarse a todo lo que el cliente desee. El límite lo pone la imaginación.
Otro de los usos más usuales que se están adjudicando es como casa para los invitados. Eso sí, el propietario debería contar con un espacioso jardín en la vivienda principal.
Además, se trata de una de las opciones más respetuosas con el medio ambiente, como muestra uno de los proyectos de Wagonstill, el cual incluía lana de madera como aislamiento, pintura ecológica para decorar y un dispositivo de reciclado de aguas, lo que evitó el enganche a la red de saneamiento.
Por último, otra ventaja de este producto es que, al tratarse de la transformación de un bien móvil, no hay nada que lo ancle al suelo y puede retirarse en cualquier momento. Por ello, no existe una regulación jurídica clara al respecto. Así que, poco importa si quieres vivir en Barcelona o Tarragona, eso sí, lo que resulta indispensable es que cuentes con un terreno donde instalar tu nuevo hogar.
¿Cómo es el proceso de acondicionamiento?
La firma española adquiere los convoyes en las subastas que periódicamente organiza Renfe. Aunque, últimamente, ante la dificultad que presenta acceder a los pocos vagones que quedan, la empresa recurre también a firmas europeas y americanas.
En cuanto al proceso de acondicionamiento, propiamente dicho, básicamente consiste en lo siguiente. En primer lugar, se procede a una revisión profunda del vagón con el fin de detectar las piezas deterioradas, sustituirlas y limpiar minuciosamente todo su interior. Después, el acondicionamiento exterior para reducir el impacto solar y aliviar la repercusión acústica. Normalmente, desde la adquisición del vagón en su estado original, hasta que se rehabilita, acondiciona y entrega, pasan unos tres meses.
Finalmente, el vagón se instala sobre un trozo de vía férrea sobre un terreno nivelado.
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Foto: Pinterest