Hoy por hoy, en muchas comunidades de vecinos existen problemas que imposibilitan una convivencia armónica y feliz para todos. Resolver un conflicto entre vecinos es una necesidad para muchos inquilinos que ven peligrar su bienestar a causa de este problema.
En muchas ocasiones, los problemas entre los miembros de una comunidad son tales que algunos de los vecinos tienen que optar por buscar otra vivienda de alquiler, ya que no encuentran una solución que les permita restaurar las relaciones entre las personas implicadas, y que afecta directamente a toda la comunidad.
Conflictos vecinales
Cuando hablamos de conflictos vecinales no nos estamos refiriendo a un hecho aislado en el que un vecino tiene que llamar la atención a otro porque hay un exceso de ruido, o porque los del 4ºC no se han hecho cargo de la limpieza de la escalera tal y como está estipulado.
Estamos haciendo hincapié en todas esas situaciones en las que el problema afecta a la mayoría de vecinos y la situación casi insostenible se ha mantenido durante un largo tiempo. Son situaciones como un caso de morosidad en los recibos relativos a la comunidad, que se alargan en el tiempo. Así mismo, desperfectos causados por uno o varios vecinos en los espacios comunes: portales, ascensores, garajes, escaleras, terrazas, etc.
Hay ocasiones en las que los vecinos de un apartamento se ven afectados por la falta de mantenimiento de vecinos de otras viviendas, como es el caso de las fugas de agua, que acaban convirtiéndose en goteras y manchas de humedad que el seguro puede no querer cubrir por ser responsabilidad de otro propietario.
En otras ocasiones, los problemas vienen dados por la mala relación entre vecinos, pequeñas rencillas, rencores y actitudes molestas por una o ambas partes que hacen de la convivencia un problema casi insalvable.
Prevención de problemas vecinales
Si estamos buscando un apartamento de alquiler en Badalona, es importante comenzar con buen pie y evitarnos muchos problemas a posteriori. A la hora de mediar en un conflicto vecinal es importante actuar con cautela siguiendo unos pasos que nos facilitarán la convivencia entre vecinos.
– Detectar el problema
Cuando llegamos a una comunidad y nos instalamos en un nuevo apartamento, normalmente, comienza un período en el que vamos conociendo a los nuevos vecinos. Coincidimos con ellos en las escaleras o el ascensor, junto a los buzones o en las juntas y reuniones vecinales.
Es un buen momento para detectar si existe algún problema o conflicto entre los vecinos. Si el conflicto está en sus primeras etapas, es mucho más sencillo llegar a un entendimiento y poner una solución al problema. Por ello es importante detectar los conflictos de una comunidad cuanto antes.
– Una solución plural, de todos y para todos
La manera más diplomática de conducir la situación cuando se ha detectado un problema entre los vecinos que afecta al buen funcionamiento y la convivencia en la comunidad, es hacer partícipes a todos los propietarios e inquilinos para que puedan aportar una solución, o entender la envergadura del problema en caso de que no les afecte directamente o en caso de que sean ellos los causantes.
Es conveniente, por ejemplo, establecer unas normas de convivencia: en caso de hacer una reforma, las obras no deberían alargarse más allá de las 20:00h, si algún vecino va a dar una fiesta, no está de más avisar con antelación y controlar el nivel de ruido.
Acciones como fumar en el ascensor, dejar basura en el rellano, etc. suelen ser causantes de conflictos y discusiones, así como las mascotas y animales de compañía (los perros pueden ladrar y los gatos tienden a colarse en casa ajenas) deben estar también incluidos en esas normas e instar a cumplirlas todos los vecinos.
Hay que pedir siempre un grado de tolerancia mayor en casos puntuales, pero procurar que nadie se salte las reglas por costumbre. Además, es muy importante hacer hincapié en que es una cuestión en la que todos deben formar parte de la solución y nunca señalar o acusar a una persona o personas en concreto como origen de los problemas, de modo que se sientan confrontados, acusados u hostigados en público.
Ofrecer siempre pautas o normas de convivencia, facilitar el pago fraccionado de la deuda, en caso de que exista, y sobre todo dejar muy clara la voluntad de poner soluciones a todos los problemas, en un esfuerzo conjunto.
– Soluciones drásticas
Por desgracia, en ocasiones, resolver un conflicto entre vecinos no es tan sencillo como establecer unas pautas de convivencia o dar facilidades de pago. Para eso existen unas figuras a las que todas las comunidades pueden recurrir:
– Administradores de fincas: Gestionan los asuntos de la comunidad, por lo que están en disposición de tomar las medidas legales oportunas para reclamar una deuda, y conocen las disposiciones legales y la normativa que afecta a las comunidades de vecinos, derechos y deberes de inquilinos y propietarios, y pueden actuar en consecuencia.
– Fuerzas de seguridad: No solo en caso de excesivo ruido a altas horas se puede llamar a las autoridades. En caso de que el problema suponga un riesgo para el resto de vecinos (por ejemplo, cuando hablamos de que la persona que puede causar el conflicto esté afectada por Síndrome de Diógenes, Síndrome de Noé, u otras enfermedades mentales que comprometan su buen juicio), o en caso de una persona agresiva, antes de poner en riesgo la salud y la integridad del resto de vecinos no hay que dudar en recurrir a los cuerpos y fuerzas de seguridad que, del mismo modo, pueden indicar cómo proceder.
Recurrir a un asesor legal nos puede ayudar también en caso de ser propietarios y tener un problema con los inquilinos, o desconocer la normativa municipal sobre algunos aspectos como el ruido, las obras, el acondicionamiento y adaptación de las barreras arquitectónicas, etc.
Son muchos los aspectos a tener en cuenta a la hora de alquilar un piso en Badalona, por ello lo mejor es recurrir siempre a profesionales del sector inmobiliario que tienen un excelente equipo formado y preparado para encontrar soluciones personalizadas para cada cliente: Tu nuevo hogar, más cerca que nunca.