La experiencia es un grado en todos los aspectos de la vida, incluso en el papel de arrendador. Cada inquilino es distinto y si has arrendado tu vivienda muchas veces, seguro que tienes un montón de anécdotas e historias para contar. Pero, probablemente, has pasado por situaciones que te han hecho aprender estas cosas que te contamos, con un poco de humor, en las noticias inmobiliarias de Api.cat

Cosas que probablemente has aprendido tras ser arrendador de un piso de alquiler
Que los prejuicios pueden jugarte una mala pasada
Querer hacer una criba y decantarte por el candidato a inquilino que te ha parecido más serio y responsable, conlleva ciertos riesgos. Porque las apariencias, a menudo, engañan… Probablemente, esto te ha pasado en alguna ocasión: alquilar tu vivienda a ‘Don perfecto’ y que te deje el piso hecho un asco, y luego, probar con otra persona de perfil mucho más informal y que haya sido una maravilla de inquilino.
Que hay inquilinos que arrastran un gafe tremendo
Así como hay inquilinos que entran a vivir y prácticamente no los vuelves a ver hasta que dejan la vivienda, otros sufren un gafe crónico que les obliga a llamarte cada dos por tres. Se les estropea todo: la lavadora, la caldera, la vitrocerámica… Aparentemente no hay un mal uso, ni encuentras mayor explicación excepto que ese inquilino es muy gafe. Qué le vamos a hacer… la suerte es la suerte.
Que las decepciones duelen incluso en un arrendamiento
Hablamos de decepciones, como por ejemplo, haberle alquilado tu piso a un conocido con el que tenías una buena relación y que los malentendidos entorno a los derechos y obligaciones de cada parte, acaben con ella. Otro ejemplo puede ser, el hecho de que hayas confiado en un inquilino que te parecía una maravillosa persona y luego, no se ha portado bien, no ha cuidado la vivienda o te ha dejado dinero a deber. Recuerda que para prevenir muchas de estas ‘decepciones’ conviene huir del contrato verbal de arrendamiento, por más conocido o familiar que sea el inquilino. ¡Mejor todo por escrito y bien asesorado por un API!
Que si das con la persona adecuada, incluso puedes ver mejoras en tu vivienda
Sí que hay inquilinos que son un desastre. Pero también hay inquilinos que cuidan y miman tu vivienda como si fuera la suya propia, aunque sepan que llegará el día de irse. Y ese tipo de inquilino, a menudo, invierte tiempo y dinero en hacer pequeñas mejoras en la vivienda, que si bien son para su uso y disfrute, el día que se vaya, se quedarán ahí. Y como propietario, te puede incluso beneficiar de cara al próximo arrendamiento.