El barrio del Raval es tantas cosas al mismo tiempo, que se hace difícil de describir, y mucho menos, etiquetar. El Raval es mágico y gamberro, es vanguardista y decadente, es vibrante pero también tiene un lado sórdido… el Raval es muchas cosas y tiene bares únicos que vale la pena descubrir. Te revelamos algunos de ellos en las noticias inmobiliarias de Api.cat
El Raval es tan singular, que incluso se inventó un verbo en su honor, cuya conjugación cuelga de uno de los muros exteriores del MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Basrcelona.
Ravalear: Dícese de la experiencia de deambular y disfrutar por el barrio del Raval.
Ciertamente, la mejor forma de descubrir este barrio es deambulando por sus calles. Y si lo haces bien, encontrarás bares como estos:
Bar Marsella
Con casi 2 siglos de historia, el Marsella es el bar más antiguo de Barcelona. Solo por eso, vale la pena ir a tomarse algo y contemplar su interior: el mobiliario viejo, las paredes decadentes, los espejos amarillentos, las baldosas hidráulicas originales del suelo… ¿Cuántas vidas con sus respectivas historias habrán pisado eso suelos? Es un auténtico viaje en el tiempo. En su época de esplendor era famoso por servir absenta, pero hoy, abundan los estudiantes Erasmus y los turistas que hacen la parada de rigor.

El bar Marsella del barrio del Raval
Bar Pastís
En el corazón de las Ramblas encontramos otra reliquia del Raval: el Bar Pastís. Inauguró en 1947 con la misma estética de los bares típicos del puerto de Marsella y del Barrio Latino de París. Y desde entonces, ha resistido el paso del tiempo con mucha entereza, siendo testigo de los cambios de la ciudad y sobretodo, de la mejor época bohemia de Barcelona. La decoración es la genuina y aunque el local es minúsculo, organizan recitales de poesía y música en directo como tangos y otros estilos llenos de nostalgia.
La Concha del Raval
A caballo entre un bar y un pub nocturno, La Concha es otro de los locales míticos del barrio del Raval que no te deberías perder. Es exageradamente kitsch, es grosero y decrépito, pero es tan carismático que te seduce sí o sí. Su interior es un culto a Sara Montiel, las paredes están forradas de posters de la actriz y te puedes sentar a fumar una cachimba o disfrutar de un té con pastas árabes, mientras ella te observa. Toda una experiencia, ¡No te lo pierdas!
La Casa Almirall
Fundado en el 1860, la Casa Almirall es uno de los bares más antiguos y mejor conservados de Barcelona, a diferencia del Marsella. Su decoración modernista y centenaria evoca la época bohemia de la Barcelona del siglo XIX. Sillas de madera y mesas de mármol, una fantástica cristalera modernista y en la barra, una musa de Hierro fundido de la Expo del 1888. Hoy por hoy, sigue en plena actividad gastronómica con platos de toda la vida.
El cangrejo Raval
Su actividad se reduce a la franja nocturna, pero también es un local mítico y gamberro del barrio del Raval. Es el lugar ideal para tomarse la primera copa rodeado de emociones fuertes: una decoración muy kitsch, música de Los Chichos y la Faraona – Lola Flores- y espectáculos tan divertidos como grotescos de Drag Queen. El Cangrejo del Raval ha tenido altibajos y problemas con los vecinos por la música. Pero recientemente le han hecho una reforma, y aunque ha perdido parte de su encanto original, las fotos de sus viejas glorias, como Carmen de Mairena, siguen colgadas en su particular muro de la fama.
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