Sí, es un buen momento para comprar. Porque los precios ya tocaron fondo en 2014 y desde entonces, han empezado a repuntar poco a poco. Porque fluye la financiación y actualmente se da con unas buenas condiciones para aquellos clientes que demuestren ser solventes. Y porque las estadísticas así lo demuestran. Por eso, si te has decidido a comprar una vivienda, te damos 5 consejos para conseguirlo.
1. El clásico: ¿Cuánto puedo gastar?
Perfecto, te has decidido a comprar un piso en Barcelona y toca sentarse a hacer cálculos. Pero hay una cosa que debes tener en cuenta: no se trata de comprar por el valor de todo lo que puedes gastar, si no de contemplar un margen para los gastos asociados a la compraventa (impuestos, notaría, etc.) y otros gastos que llegarán de improvisto, seguro.
2. Operación hipoteca
Hay muchísimas hipotecas en el mercado financiero, pero no todas son iguales ni van dirigidas al mismo perfil de cliente. Por eso, no te puedes quedar con la primera que te aconseje el vecino. Hay que ponerse a investigar, porque no es un contrato que te puedas tomar a la ligera, ¡te atará la mitad de tu vida! Entonces, así como uno se prepara un examen importante, hay que prepararse la hipoteca. Se trata de llegar a un banco y saber de qué te están hablando, conocer todos los conceptos, sus implicaciones y no quedarse con ninguna duda. Haciendo broma, imagínate firmar un pacto con el diablo… seguro que querrás saber qué te pide a cambio.
3. Las 3 variables: ubicación, precio y tamaño
Son las 3 variables que toda persona debe contemplar a la hora de comprar una vivienda. Lo ideal es encontrar una que cumpla con las 3, pero eso puede ser difícil y a veces, hay que renunciar a una de ellas para poder satisfacer otras. Por ejemplo, imaginemos un municipio donde hay una oferta de viviendas en venta limitada, quizás tendrás que priorizar el tamaño sobre la ubicación, o el precio sobre el tamaño.
4. Comprender el arte de negociar
Siempre se puede negociar el precio de compraventa de una vivienda, pero no siempre conseguirás la rebaja que esperabas. Y actualmente, menos. Porque los peores años de la crisis ya han pasado y porque los precios han repuntado un 4,5% en el tercer trimestre de 2015, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, que los propietarios ya no tienen tanta presión por vender a cualquier precio. Si te gusta mucho la vivienda que estás negociando, intenta ver cuándo es el momento de dejar de tensar la cuerda.
5. Las cargas y otros disgustos
Un sueño puede convertirse en una pesadilla si acabas comprando una vivienda que tiene cargas pendientes o vicios ocultos, víctima de estrategias engañosas o de un mal asesoramiento. Una compraventa gestionada por un Api tiene unas garantías que bien vale la pena pagar mediante sus honorarios. Porque un Api se encargará de comprobar que la vivienda está libre de cargas, que las condiciones son adecuadas para su habitabilidad y que no está afectada por planes urbanísticos.
Foto: BIT Comunicació