Actualmente, la población española es una de las más envejecidas del planeta, y se prevé que en 2050, las personas con más de 65 años representen el 34,5% del total de la población, lo que sitúa a nuestro país en tercer lugar en el ranking de los países con la mayor proporción de personas mayores, junto con Japón y Corea del Sur.
Y es que, la baja natalidad y el incremento en la esperanza de vida nos han convertido en un país indiscutiblemente “senior”. Sin entrar en lo positivo o negativo pueda tener esta situación desde diferentes perspectivas, nos centraremos en cómo desde el punto de vista del sector inmobiliario, este proceso de estancamiento demográfico ha significado la aparición de un tipo de comprador que busca una vivienda para su jubilación, la cual ha de cumplir básicamente tres requisitos: intimidad, asistencia y confort.
¿Qué buscan los mayores?
Si tienes un apartamento en la playa, por ejemplo en Castelldefels, y hace tiempo que estás dándole vueltas a la idea de venderlo, sería buena idea que contemplaras la posibilidad de enfocar la venta a alguien que lo quiera pasar la jubilación.
Un inmueble en la costa cumple, como mínimo, uno de los principales requisitos que buscan las personas mayores para su retiro: la tranquilidad que no encuentra en las grandes ciudades.
Sin embargo, dada la edad de las personas de las que estamos hablando, la asistencia y el confort son los otros dos aspectos a tener en cuenta. Y es que, para vivir tranquilos, los mayores de 65 años necesitan tener cerca servicios se salud y un entorno cómodo y accesible.
De residencia de vacaciones a retiro para la jubilación
Lo que ya está ocurriendo es que muchas de las viviendas que hace unos años se adquirieron como segunda residencia, a día de hoy se están vendiendo a personas mayores que las adquieren como una inversión a largo plazo, con el fin de vivir en ellas sus años de jubilación. Además, cuando por fin hacen la mudanza, suelen alquilar la que fuera su primera residencia, lo que contribuye a dinamizar aún más el mercado inmobiliario.
Estamos pues ante un fenómeno realmente interesante para el Agente API, ya que supone la aparición de un segmento de la población con un claro y decidido interés de compra. En un principio, la demanda de este sector de la población se cubrió con la construcción de numerosas residencias y geriátricos levantados a lo largo de toda la costa. Sin embargo, poco a poco, parece que la demanda se fue transformando y estos compradores ahora buscan recuperar la intimidad perdida en las residencias comprando sus propios pisos. Así, pueden vivir sin necesidad de compartir el espacio con desconocidos.
Retirarse al apartamento de la playa a disfrutar de un merecido descanso no es algo nuevo, pero lo que quizá sí lo sea es que actualmente se estén aprovechando las oportunidades inmobiliarias de este tipo de vivienda como inversión de cara a la jubilación.
¿Estás pensando en vender tu piso de la playa? ¿Habías pensado en enfocar la venta hacia una posible inversión para la jubilación?
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