Tanto si te vas a comprar un piso, como si ya tienes una casa en Viladecans, la búsqueda de una hipoteca con las mejores condiciones no se acaba nunca. Y es que, aunque es una decisión que se ha de pensar muy bien y que está sujeta a multitud de factores, si se lleva a cabo con éxito, puede resultar muy rentable.
En esta ocasión, desde Api.cat te queremos mostrar algunos de los aspectos básicos que deberías tener en cuenta si decides subrogar tu hipoteca.
De la novación a la subrogación de la hipoteca
Si ya hace unos años que adquiriste tu piso en Ripollet y te gustaría mejorar las condiciones que firmaste, en primer lugar, te sugerimos que las negocies con el banco con el que tienes concedida la hipoteca. Esta re-negociación de la hipoteca se llama novación y la puedes hacer sobre:
- El tipo de interés aplicado.
- El importe pendiente (si necesitaras disponer de más dinero).
- El plazo de amortización (tanto para prorrogarlo como para recortarlo).
- Los titulares del préstamo (supresión de alguno de ellos por causas tales como separación, divorcio y fallecimiento).
La entidad no tiene la obligación de atener esta solicitud, así que en caso de no hacerlo, es el momento de pasar a la búsqueda de otra entidad bancaria que mejore las condiciones de tu préstamo hipotecario e iniciar así la subrogación de tu hipoteca.
Proceso de subrogación acreedora de la hipoteca
Una vez has escogido el nuevo banco, éste hace una oferta vinculante detallando las nuevas condiciones y se pone en contacto con la antigua entidad para hacérselo saber y para solicitar que le sea certificado el saldo pendiente del préstamo.
La antigua entidad tiene un plazo de siete días para emitir este certificado y quince días para igualar o mejorar las nuevas condiciones de interés ofrecidas por la competencia (en este último caso no prosigue la subrogación).
Si la antigua entidad no opta por asumir las nuevas condiciones o si no emite la certificación de saldo en siete días, se procede al otorgamiento de una escritura pública de subrogación del préstamo hipotecario. Mediante esta escritura la nueva entidad asume la propiedad de la hipoteca, y transfiere a la entidad subrogada (antigua) el importe correspondiente al capital pendiente.
En una subrogación acreedora sólo se puede modificar el tipo de interés aplicable, manteniendo las otras condiciones de la hipoteca (capital pendiente, plazo de amortización e intervinientes). Si se quiere modificar cualquiera de estas condiciones, se puede pactar de antemano una novación que se realizaría una vez se haya subrogado la hipoteca.
Los gastos de la subrogación de una hipoteca
Los gastos asociados a la subrogación de un préstamo hipotecario son superiores a los de la novación, pero muy inferiores a los asociados a la formalización de una hipoteca nueva. Debe pagar una comisión de cancelación a la antigua entidad si figura este concepto en la escritura. También los gastos notariales, registrales y de gestión de la escritura de subrogación, pero son mucho menores que los de una hipoteca nueva.
Estos son los pasos básicos que te encontrarás a la hora de subrogar cualquier préstamo hipotecario, ahora bien, la decisión de iniciar el proceso está sujeta a multitud de factores que van desde tu situación económica hasta la coyuntura económica del momento de la subrogación. Es importante que antes de tomar esta decisión consultes tu caso en concreto con expertos en la materia.
Fuente: www.finanzasparatodos.es
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