Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, muchas familias optaron por reformar sus viviendas, en lugar de comprar. Una inversión más accesible, aunque no exenta de problemas. Se pueden cometer errores que acaben saliendo muy caros. Te contamos cuáles en las noticias inmobiliarias de Api.cat

Los errores más habituales a la hora de hacer reformas
Reformar una casa requiere de profesionales con experiencia, que sepan lo que están haciendo y te asesoren tanto en los materiales, como en los tiempos y los costes. Así que, si estás valorando hacer una reforma, evita cometer estos errores:
1. No contar con profesionales acreditados
Si lo comparamos con un agente inmobiliario, el hecho de ser API es una garantía de calidad en el servicio. Lo mismo podemos aplicar en el caso de los aparejadores, su respectivo Colegio Profesional garantiza un marco normativo y de calidad entre sus profesionales. El aparejador es una figura necesaria en las grandes reformas: supervisa y dirige la obra, coordina el equipo de profesionales, los tiempos y los materiales. En demasiadas ocasiones, prescindir de profesionales acreditados implica exponerse al riesgo de cometer errores. En este caso, errores en la ejecución de la obra que acaben saliendo caros.
2. No exigir el cumplimiento del presupuesto y el calendario
Cuántas veces has escuchado eso de que, finalmente, el presupuesto se ha ido por las nubes y se ha tardado más de lo esperado en finalizar una obra… Demasiadas, ¿verdad? Para evitarlo, debes ser muy exigente con el equipo de obra y exigir el cumplimiento del presupuesto y calendario pactado. ¿Cómo? Haciendo que el responsable de la obra firme ese compromiso junto al presupuesto y el plan de obra. Siempre pueden surgir imprevistos, pero tener un compromiso por escrito será de ayuda si toca reclamar
3. Querer saltarse alguna normativa
Toda obra debe cumplir con la normativa vigente y es el aparejador quién se encarga de tramitar todos los permisos necesarios y garantiza que la obra es legal. Si no cuentas con un aparejador o bien decides saltarte alguna norma porque te parece que no es importante, ¡cuidado! Podrías tener problemas con el Ayuntamiento o denuncias de vecinos, que acaben saliéndote más caros que la propia reforma.
4. Escoger a los profesionales en función del presupuesto
Ese famoso dicho popular que dice “lo barato, sale caro” es perfectamente aplicable al ámbito de las reformas. No debes escoger a los profesionales únicamente valorando el presupuesto, se deben tener en cuenta otros factores como su trayectoria profesional, la seriedad de la empresa, su compromiso con hacer cumplir el presupuesto y los tiempos, etc. Si vives de alquiler en una casa en Barcelona, a la que se la hecho una reforma integral, seguro que notarás si el trabajo ha sido profesional.
5. Dejarse llevar por el estrés y los nervios
El estrés y los nervios que provocan las obras nos la pueden jugar, por ejemplo, haciéndonos tomar decisiones con prisas, sin haberlas pensado bien. Hay que mantener la calma y confiar en el arquitecto técnico que supervisa la obra, se encargará de todo para obtener los mejores resultados. ¡Las reformas son para ilusionarse, no para sufrir!
Referencias: Obresambgaranties