Ya lo dice el refrán popular: “No hay mal, que por bien no venga”, y en el caso del Brexit, que no ha sido una buena noticia para los europeos, en general, podría acabar teniendo un impacto positivo en España.
La primera reflexión que hizo el mercado inmobiliario español sobre el Brexit fue básicamente negativa. Desde el sector se teme que caiga la compra de viviendas en España por parte de ciudadanos británicos, que son los extranjeros que más viviendas compran en España, seguidos por los franceses. ¡Justo cuando en las noticias inmobiliarias de Api.cat te dábamos algunos consejos para vender en inglés! Pero es un razonamiento lógico si tenemos en cuenta la depreciación que está sufriendo la libra y la pérdida de algunos derechos de libre comercio a nivel europeo que los británicos verán materializados en los próximos años.
El lado positivo del Brexit para el sector inmobiliario
No obstante, hay un lado positivo: el Brexit podría suponer una oportunidad para el mercado inmobiliario de Madrid y Barcelona, ya que podrían atraer a las empresas que se vayan de “La City”. Ambas ciudades son atractivas, porque son más económicas que Londres y porque tienen otros atributos, menos trascendentales pero igualmente seductores, como el clima o la proximidad al mar, en el caso de Barcelona.
Además, tanto Madrid como Barcelona ya son importantes centros de negocios que cuentan con sedes de empresas multinacionales de todo el mundo, que las han escogido como base de operaciones en Europa.
Es decir, se vayan total o parcialmente de la City, muchas empresas necesitarán tener un punto de refuerzo, una sede secundaria o una oficina de representación en un país miembro de la UE. Y en España les esperaremos con los brazos abiertos porque, además, si vienen trabajadores expatriados, también necesitarán casas de alquiler en Barcelona, ¿verdad?
Urge solucionar la escasez de oficinas
Eso sí, habrá que ponerse manos a la obra para solucionar el problema de escasez de oficinas que hay en España. Recordemos que, según un estudio elaborado por la JLL y el IESE, la tasa de disponibilidad de oficinas de calidad en el centro tanto de Madrid como de Barcelona se sitúa en porcentajes no vistos desde hace años, lo que supone una oferta insuficiente para atender la demanda de operadores en busca de espacio de buena calidad.
En el caso de Barcelona, la escasez de espacios para grandes compañías en el centro de la ciudad está desplazando la demanda a las nuevas áreas de la periferia, que cuentan con edificios más modernos y adaptados a las necesidades actuales de las empresas. Pese a ello, a lo largo de 2016 los pocos espacios de gran superficie y de calidad en estas zonas también empezarán a escasear, y los proyectos que hay previstos no van a ser suficientes para satisfacer la demanda.