
Cómo decorar un espacio de coworking
De un tiempo a esta parte, trabajar desde casa se ha convertido en una de las maneras más habituales de ganarse la vida. Y aunque puede traer consigo muchas ventajas, como la reducción de los gastos en comida y transporte, también puede limitar el crecimiento personal y laboral del freelancer (trabajador por cuenta propia). Frente a la figura del autónomo que salta de la cama al escritorio para empezar a trabajar, surgió hace unos años la alternativa del coworking. En las noticias inmobiliarias hemos recopilado algunas ideas para hacer de tu espacio de coworking el lugar ideal para compartir tu jornada laboral sacándole el máximo provecho al mismo tiempo que disfrutas de la compañía del resto de coworkers.
Así pues, si llevas unos meses trabajando en tu piso de Barcelona y has decidido que ha llegado el momento de “salir de casa” para ir a la oficina (coworking), aquí tienes algunas ideas para que la experiencia sea lo más positiva posible.
Compartir oficina, pero también ideas
Coworking es la práctica por la cual profesionales que no comparten ni empresa ni sector de actividad, se unen para trabajar juntos en un mismo espacio. Además de la ventaja de reducir gastos en electricidad y acabar de un plumazo con la soledad laboral, compartir tu jornada laboral con más personas te reportará un continuo enriquecimiento profesional.
¿Quiénes suelen trabajar de este modo? Lo habitual es que los espacios de coworking estén ocupados por profesionales independientes como periodistas, fotógrafos, arquitectos, diseñadores, programadores… Ahora bien, para que la convivencia sea fluida y fructífera, además de una buena actitud por parte de los ocupantes, el espacio debe reunir algunos requisitos, tales como una distribución adecuada y una decoración adaptada al objetivo del espacio.
Divisiones, no separaciones
No podemos pasar por alto que en un espacio de coworking deben existir zonas privadas y otras comunes, como por ejemplo, una sala de reuniones, una zona de ocio o una pequeña cocina o comedor.
Eso sí, todos estos departamentos suelen integrarse en espacios diáfanos donde todo fluye, tanto las personas como las ideas. Lo cual es muy positivo. Sin embargo, tan importante como compartir un solo espacio es que cada trabajador mantenga el suyo propio. Es decir, que el quid de la cuestión es encontrar el equilibrio entre la privacidad y la comunidad. Para lograrlo se pueden colocar elementos divisorios que no se conviertan en muros infranqueables que limiten o eliminen la comunicación. Por ejemplo, una buena opción son los paneles de vidrio en los que colgar dibujos, papeles con ideas, post it, o corchos con el mismo fin.
Otra manera de distinguir zonas sin que por ello estemos marcando límites es colocando plantas. De este modo, no sólo conseguiréis mantener la independencia de cada uno, además dará al espacio un toque de color y, por supuesto, os proporcionará valiosos beneficios de salud física y emocional, ya que está demostrado que las plantas contribuyen a la mejora de nuestro bienestar.
¿Trabajas en un espacio coworking? ¿Crees que la distribución y la decoración son factores importantes para su eficacia?