¿Has visto alguna vez la fachada de un edificio cubierta de plantas? pues eso es un jardín vertical. Una tendencia de la arquitectura sostenible que busca hacer edificios más respetuosos con el medio ambiente y darle un poco más de naturaleza al asfalto de la ciudad. Te contamos los beneficios de los jardines verticales.
Los jardines verticales son un sistema de plantas y otros organismos vegetales como musgos y arbustos, que se instala en paredes, fachadas e incluso techos para eliminar de forma natural los efectos de la contaminación ambiental. Pero no solo se pueden instalar en exteriores, también hay jardines verticales de interior.
Hay diferentes sistemas para construirlos, pero la mayoría utilizan una estructura que envuelve la fachada donde se creará el jardín vertical y dónde estarán realmente plantadas las plantas.
El nivel de desarrollo actual de estos sistemas permite que las raíces y la humedad no dañen la estructura y que el mantenimiento sea mínimo.
Pero los jardines verticales no son nuevos, es un viejo concepto del que se pueden encontrar ejemplos arquitectónicos ya en la antigua Babilonia. De hecho, una de las siete maravillas del mundo antiguo son los jardines colgantes de Babilonia.
Los jardines verticales en fachadas más modernos fueron inventados por el francés Patrick Blanc, un botánico que ha recorrido medio mundo construyendo estas maravillosas representaciones de la naturaleza hecha arquitectura. Una de sus obras la tenemos en el Caixa Fórum de Madrid. En Barcelona tenemos uno de los jardines colgantes en fachadas de edificios más antiguos de Europa, es el edificio de la Editorial Planeta en la Avenida Diagonal.
¿Cuáles son los beneficios de los jardines verticales?
- Mejora la calidad del aire: los jardines verticales contribuyen a reducir la contaminación y tienen un impacto positivo en la calidad del aire de las ciudades, saturadas por los humos de los vehículos, y del mismo edificio.
Son extremadamente estéticos: no sólo limpian el aire si no que captan nuestra atención al verlos. Son impactantes, decoración urbana de diseño y su color verde nos transporta a un oasis de naturaleza dentro de la ciudad.
- Ahorro energético: son como un sistema de climatización natural y contribuyen a regular la temperatura ambiental. A través de un proceso conocido como evapotranspiración, el aire que rodea a la pared verde se enfría de forma natural y puede llegar a reducir hasta 5 grados la temperatura interior. En invierno, una pared verde en el exterior de un edificio actúa como aislante, mantiene el calor reduciendo la necesidad de subir la calefacción. Todo, puede suponer un ahorro energético del 25% anual.
- Reducción de la contaminación acústica: es uno de los beneficios menos conocidos pero muy eficaz. La vegetación del jardín vertical absorbe el ruido, hasta 10 decibelios, logrando que el ruido generado por el tráfico sea menos molesto.
- Beneficios psicológicos: trabajar en un entorno verde, más natural y con el aire limpio y oxigenado mejora el estado de ánimo y el rendimiento del personal.
¿Qué te parece la idea? ¿No te gustaría tener más jardines verticales en tu ciudad?
Foto 1: Pinterest
Foto 2: Pinterest
Foto 3: Pinterest
Foto 4: Pinterest