El tema de la factura eléctrica parece una telenovela en España. Por si los ciudadanos no tuvieran bastante con las continuas subidas del precio de la luz, los que tienen que dirigir el corral parece que ni siquiera tienen claro cómo solucionarlo. Mientras tanto, cientos de familias en España sufren de “pobreza energética”.
El último capítulo va sobre los contadores inteligentes, es decir contadores digitales que darán una información exhaustiva sobre el consumo eléctrico del hogar y que serán obligatorios en todos los hogares españoles a partir del 31 de diciembre del 2018.
¿Cuál es el problema de los nuevos contadores? Hay varios.
El primero es el propio aparato: hay cierta incógnita de cuántos hay ya instalados, de cómo funcionan y de si realmente ayudarán a ahorrar en el consumo eléctrico. Sin hablar de que los expertos y las propias eléctricas ya han advertido de que la red española no está preparada para procesar los datos que enviarán estos contadores digitales de forma masiva a las compañías, las encargadas de elaborar las facturas.
El segundo problema, como siempre, es el sistema tarifario español que, a parte de arrastrar una deuda de 30 millones de euros, tiene a todos los consumidores confundidos con la última propuesta de reforma y origen de la polémica de los contadores digitales.
A modo de resumen, el Gobierno quiere reformar el sistema tarifario eléctrico español, substituyendo la Tarifa de Último Recurso (TUR) por la tarifa llamada “Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor” (PVPC) de los hogares que tienen una potencia contratada inferior a 10kw, unos 17 millones.
Es decir, que el precio de la luz ya no lo controlará el gobierno si no el mercado en función de la oferta y la demanda, con lo cual, variará cada día y cada hora y generará hasta 1.488 consumos y tarifas diferentes, según la OCU.
Hablando claro, el precio de la luz será impredecible y habrá sustos porqué el consumidor no sabrá a qué hora es más cara la electricidad. Y aunque la teoría dice que este sistema permite el ahorro, en la práctica será muy difícil comprobar si te han cobrado el precio correcto o no. Además, el gobierno tiene previsto aprobar la nueva tarifa este mes de junio, antes de tener la tecnología adecuada, lo mismo que empezar la casa por el tejado.
Volviendo al contador de luz digital, no se sabe exactamente cuántos hay ya instalados. Algunos dicen que 5 millones, otros 7, pero el sector calcula que aproximadamente se han cambiado un 10% de los contadores viejos. Tendrán que darse prisa ya que a finales de 2018 debería haberse cumplido el 100%.
En teoría son las empresas las que tienen que hacer el cambio de contador y no debería acarrear ningún coste para el consumidor, excepto que tendrá que pagar más por el alquiler del aparato (0,8 euros al mes frente a los 0,5 euros del viejo).
Si por ejemplo vives en Terrassa, cuando la compañía empiece a cambiarlos en la zona que se corresponda con tu código postal, se pondrán en contacto contigo para avisarte. Si no quieres esperar a que sea la compañía que te lo cambie, puedes comprar tu propio medidor de consumo eléctrico a un precio medio de 100 euros.
¿Te hemos ayudado a aclararte el tema?
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