Ante el frenazo de la compraventa de viviendas muchos propietarios, que quizás eran reacios al principio, han decidido poner sus propiedades en alquiler para darles una salida. Aún así, seguramente siguen interesados en vender y el alquiler es solo una forma de obtener una rentabilidad mientras tanto.
Puede pasar que en medio del contrato de arrendamiento en tu piso de Mataró, inesperadamente te llame tu casero para comentarte que le ha surgido la oportunidad de vender. En ese momento se te pasarán por la cabeza miles de dudas sobre si lo que quiere hacer es legal, y no menos preocupaciones sobre cómo quedas tu en todo esto. ¿Se puede vender un piso con inquilino? En api.cat te resolvemos todas tus dudas.
En primer lugar, debes saber que el propietario de una vivienda puede decidir vender en cualquier momento, aunque esté alquilado.
En segundo lugar, debes saber que un contrato de arrendamiento se firma de acuerdo a los parámetros de la Ley 29/1994 de Arrendamientos Urbanos y su última reforma, la Ley 4/2013 de medidas de flexibilización y fomento del mercado del alquiler de viviendas. Es por este motivo que los contratos se deben cumplir, pues están regidos por la ley.
Debes fijarte en los artículos 9 y 14, que es donde encontrarás la protección legal al inquilino. En el artículo 9, arrendador y arrendatario pueden pactar libremente la duración del contrato pero si es inferior a 3 años, una vez cumplidos, éste se prorroga obligatoriamente de año en año hasta alcanzar la duración mínima de 3 años. Por lo tanto, hasta que se llegue a la duración legal de 3 años, el propietario no puede echar al inquilino con motivo de la venta del piso.
El artículo 14, que fue modificado en la reforma del 2013, indica que en caso de producirse la venta del inmueble alquilado, el alquiler queda extinguido siempre y cuando la vivienda esté inscrita en el Registro de la Propiedad. Pero si el contrato de alquiler estuviera inscrito también en el Registro de la Propiedad antes que el contrato de compraventa, entonces, es el comprador del piso el que pasa a asumir los derechos y obligaciones del contrato de arrendamiento hasta que éste finalice.
En definitiva, el dueño de tu piso no te puede echar con motivo de la venta mientras haya un contrato en vigor inscrito en el Registro de la Propiedad.
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