El alquiler se ha convertido en una alternativa viable a la venta de un inmueble en los últimos años, cuando las operaciones inmobiliarias se habían reducido. Además de la rentabilidad que ha ofrecido alquilar tu piso de Girona, el arrendamiento se adapta a tus necesidades como propietario. En este contexto, te conviene saber que existen tres fórmulas diferentes para alquilar la propiedad: vivienda habitual, temporal y turística. Cada una tiene unas características distintas.
Alquiler de vivienda habitual
El contrato de alquiler de una vivienda habitual ha sido la fórmulas más utilizada en los últimos tiempos para dar salida al ‘stock’ de pisos sin vender. Se trata de la opción de alquiler más rentable a largo plazo. Éstas son sus ventajas e inconvenientes:
- Ingresos estables todo el año. Hasta que entre en vigor la reforma fiscal de la vivienda en 2015, ofrece ventajas como una rebaja del 60% en la declaración e incluso un 100% si el piso se alquila a menores de 30 años.
- Demanda alta. Pese a que en España la cultura de la propiedad está muy arraigada, el alquiler forma parte de un 20% de las operaciones inmobiliarias.
- Seguridad jurídica. Pese a que en el contrato de alquiler de una vivienda habitual puedes encontrarte con impagos o con un inquilino moroso, el asesoramiento del agente inmobiliario te puede ayudar en el objetivo de garantizar la renta.
- Cancelar el alquiler. En caso de que quieras dejar de alquilar tu piso, deberás esperar cuatro años, a no ser que justifiques que tu o un familiar de primer grado necesite la vivienda.
Alquiler de vivienda temporal
Esta fórmula de arrendamiento es la que menos se utiliza, ya que está destinada a las viviendas no habituales. Supone una alternativa para el propietario que abandona el inmueble durante un periodo concreto de tiempo.
- Flexibilidad. A diferencia del contrato de alquiler de la vivienda habitual, como propietario puedes recuperar el uso del piso o casa en cualquier momento.
- Rentabilidad. Ante las dificultades previas para vender un piso, la opción del alquiler temporal puede suponer un paso previo antes de traspasarlo. Mientras no se vende, obtienes un rendimiento.
- Incentivos fiscales. En los contratos temporales, no existe ningún tipo de beneficio fiscal, ya que el alquiler es una actividad que se realiza durante un periodo tiempo determinado.
Alquiler turístico
Es la modalidad más polémica de las tres, pero la que genera más rentabilidad. Su demanda resulta más variable, ya que depende de la evolución del turismo.
- Normativa y legalidad. El punto débil de los contratos de alquiler turístico se encuentra en la falta de una normativa concreta y de las irregularidades que permite.
- Limitación alquiler. La fórmula del alquiler turístico está limitada a un contrato de pocos días. De esta forma, aunque los beneficios son más elevados, los riesgos de la operación también.
- Actividad económica. Es la principal diferencia respecto al alquiler temporal y al habitual. Como propietario de una vivienda turística, estás ejerciendo una actividad económica y empresario. Por eso, debes darte de alta como autónomo.
¿Te ha servido la información sobre los tipos de contrato de alquiler? Si tienes alguna duda sobre cuál te conviene más, envíanos tu comentario.
Foto 1: Alojex
Foto 2: Buscar Piso