Hay grandes ciudades donde el precio de la vivienda en alquiler nunca baja, si no que más bien, sube. Son ciudades muy cotizadas por su actividad económica y relevancia empresarial y turística, de alcance mundial. Este es el caso, por ejemplo, de París donde el ayuntamiento ha tomado una decisión sorprendente: limitar el precio del alquiler. Te contamos todos los detalles de esta medida en api.cat
A partir del 1 de agosto de este 2015, los propietarios de viviendas en París tienen un tope al fijar la renta de alquiler a sus inquilinos. Así lo dicta la nueva ley Alur, (Acceso a la vivienda y la renovación de la planificación urbanística), en sus siglas en francés. El objetivo de esta medida es frenar la subida incesante de los precios de la vivienda en alquiler, que ha aumentado un 42% en los últimos 10 años.
Teniendo en cuenta que el 60% de la población de la ciudad del amor vive de alquiler, esta escalada de precios es una potencial burbuja inmobiliaria que las autoridades locales han considerado que se debe controlar.
¿Pero cómo se establecerán las rentas máximas de alquiler?
La ley establece que no se podrá fijar una renta de alquiler que sea superior al 20% de la media del barrio donde esté ubicada la vivienda. Esta media se obtiene a partir de unos indicadores elaborados por el observatorio parisino de las rentas (OLAP), que ha establecido unos valores de referencia para los 80 distritos de París, para el 2015.
Este medidor, que diferencia distintos tipos de vivienda según el numero de habitaciones, la ubicación y la antigüedad, deja entrever que las cuotas oscilarán entre los 22 euros por metro cuadrado para los alquileres más asequibles, y los 31 euros/m2 para los más caros, según cálculos publicados en el periódico francés Le Monde.
La ley prevé algunos supuestos en los que los propietarios podrían aumentar la renta del alquiler por encima de la renta básica establecida para cada barrio. Por ejemplo, si el piso o la casa está amueblada el propietario podría incrementar un 10% adicional la renta del alquiler.
Aunque la medida ha recibido muchas críticas, según los medios de comunicación franceses, se han elaborado encuestas que revelan que la mayoría de franceses la ve con buenos ojos.
¿Te imaginas una medida así en Barcelona? ¿La verías con buenos ojos?
Foto: BIT Comunicació